Las marchas ciclistas en las que participen más de veinte personas y las excursiones a caballo con grupos que igualen o superen las quince personas deberán solicitar autorización previa al Consell de Mallorca para acceder a la carretera vieja de Lluc a Pollença. Es una de las limitaciones impuestas en el anteproyecto de ordenanza para regular el uso y la conservación de esta vía pública que ayer fue aprobado en el pleno del Consell de Mallorca con el voto favorable de todas las formaciones políticas.

El anteproyecto de regulación, abierto ahora a la presentación de alegaciones, culmina un proceso que la institución insular, tras años de reivindicaciones por parte de grupos senderistas y asociaciones en contra del cierre de los caminos públicos, inició en marzo de 2007, cuando resolvió que la vieja carretera pasase a formar parte del inventario de bienes propios del Consell y aprobó la recuperación de oficio de la emblemática ruta que conecta el santuario de la Serra con la localidad de Pollença. Sin embargo, no fue hasta noviembre del pasado año cuando el Consell inició la retirada de los obstáculos privados que, desde hacía años, impedían el paso por el camino público, un proceso que, según los partidos de la oposición de Pollença y la plataforma procamins, todavía no ha concluido debido a la permanencia de varios puntos conflictivos que todavía presentan problemas de paso y delimitaciones confusas, ubicados en las fincas de Ca na Borrassa, propiedad de la familia del alcalde ´pollencí´ Tomeu Cifre, o Can Pontico, entre otras.

La primera versión de la ordenanza reguladora aprobada ayer deja claro que la carretera vieja "es un bien demanial de uso público, y consecuentemente, cualquier persona pueda utilizarla libremente y de forma común general", aunque establece una diferenciación entre el uso común general y el uso especial. El primer caso incluye el senderismo, la circulación en bicicleta o en caballo si son grupos reducidos, y el paso de ganado y contempla el paso de vehículos a motor, permitido en lugares especialmente señalizados.

Usos especiales

El uso especial previsto en la ordenanza se refiere a los dos supuestos citados anteriormente, relativos a los grupos masivos de ciclistas y caballistas, y también a las carreras y pruebas deportivas de tipo competitivo, la circulación de vehículos a motor, maquinaria agrícola y de construcción, así como el paso de materiales peligrosos, molestos o insalubres, y la instalación de pasos y barreras para el ganado, que en ningún caso "deben impedir la libre circulación de personas, con criterios de accesibilidad universal" por la carretera vieja.

En todos estos casos, los interesados deberán pedir autorización al Consell de Mallorca mediante la presentación de una instancia acompañada de una memoria y la documentación justificativa del evento por el cual se solicita el permiso. La solicitud deberá presentarse con una antelación mínima de 30 días.

Los solicitantes de autorización deberán responder de los posibles daños ocasionados en la carretera. Asimismo, el Consell deberá autorizar la realización de actividades que puedan ser "peligrosas" y los solicitantes están obligados a depositar una fianza cuya cuantía determinará la institución insular para cubrir los posibles daños causados.

El Consell será la institución encargada de "asegurar el uso adecuado y la buena conservación" de la ruta y de la protección de su integridad. También se reserva la competencia de "identificar y señalizar adecuadamente" los límites de la carretera vieja, así como los usos permitidos o prohibidos en cada tramo de la vía.

La institución podrá limitar el uso de la carretera durante los periodos de reparación, conservación o mantenimiento y también en situaciones que no permitan circular por la vía con seguridad o cuando la circulación a pie, bicicleta o caballo "puedan alterar gravemente la carretera".

La ordenanza establece una franja de protección de tres metros a cada lado de la carretera en los que se prohibirá cualquier actuación perjudicial para la vía.