Pollença vivirá mañana por la tarde uno de las citas culturales más importantes del municipio junto a la fiesta de la Patrona, Sant Antoni y la procesión de l´Estendard. Se trata de la festividad del Corpus Christi, una de las manifestaciones religiosas más antiguas que se conservan en la isla, y en la que son protagonistas las Águilas y Sant Joan Pelós, quienes danzan y van en procesión por las principales calles del municipio.

A pesar de que los actos de celebración duran solamente una tarde, detrás se esconden muchas horas de intenso trabajo y dedicación. Una muestra de ello fue el ensayo general que se llevó a cabo el jueves por la noche y en el que se pudo ver cómo se desenvuelven los protagonistas de este año, que son las gemelas Joana Aina y Antònia Pérez Mariano, quienes representarán a las águilas, y el joven Cristòfol Llompart, que será Sant Joan Pelós.

Los tres danzaron ante la atenta mirada de familiares y amigos y arropados por las tres mujeres que desde hace años organizan con cariño y esmero la celebración: Maria Vives, Magdalena Vilanova y Aina Cifre.

"Es un sueño hecho realidad, desde pequeñas ambas queríamos llegar a ser las águilas y conseguirlo es todo un orgullo y una satisfacción", explicó una nerviosa y emocionada Joana Aina Pérez. Normalmente se elije mediante sorteo a las chicas que serán las águilas, pero existe la excepción de que si hay dos hermanas gemelas que quieren serlo ya no se realiza el sorteo y ambas pasan directamente a representarlas.

No obstante, la organización ha decidido suprimir esta excepción el año que viene ante el aumento de nacimientos de gemelos durante los últimos años y posibilitar así una mayor igualdad de condiciones entre las jóvenes del municipio.

Cuatro kilos de peso

Uno de los elementos que llaman más la atención de la procesión es el vistoso vestuario que llevan las águilas y que reproduce en parte la figura de las aves. Cada una de ellas va vestida de blanco y en la cintura se coloca un armazón de cartón adornado con cintas de colores y va engalanada con numerosos joyas y piezas de oro. Es tal la cantidad de joyas que portan que se calcula que cada una de las jóvenes luce hasta cuatro kilos de oro encima. Precisamente, la presencia de las joyas en el vestuario de las jóvenes es uno de los factores que demuestran la gran vinculación de los vecinos de Pollença con la festividad, ya que todas ellas han sido prestadas por familias del municipio.

La semana antes de la celebración, un grupo de mujeres de Pollença cose artesanalmente las joyas en los trajes de las águilas, cada una con un hilo de coser de un color distinto para saber a qué familia pertenece cada una.

Para evitar el robo de las piezas y el consecuente disgusto de sus propietarios, están custodiadas en todo momento por la entidad bancaria pollencina Caixa Colonya. De hecho, las piezas son cosidas en la misma entidad y en el ensayo general, que se realizó el jueves para preparar la procesión de mañana, las jóvenes danzaron sin ellas.