Ses Covetes ya está restituida. Operarios de Tragsa culminarán entre hoy y mañana la segunda fase de un proyecto que da a la localidad protagonismo de la naturaleza en lugar del cemento. Después de la demolición de los 68 apartamentos y edificio de bar-restaurante de la urbanización ilegal de la finca de Torre Marina, los trabajos se han centrado en la restitución de los terrenos al estado más parecido en el que se encontraban en 1992, es decir, cuando la promotora obtuvo la polémica licencia municipal para construir y, de hecho, inició las excavaciones.

El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) fijó el tope del 15 de mayo para la finalización de todas las obras. No obstante, los trabajos ya se iniciaron con retraso el 26 de marzo (el TSJB había marcado el 15 de marzo). Por ello, el conseller de Urbanismo y presidente de la Agencia de Disciplina Urbanística del Consell de Mallorca, Mauricio Rovira (PP), advirtió que las obras se completarían a finales de mayo, y que el TSJB no ponía pegas puesto que se demostraba a diario la ejecución efectiva del proyecto. Una vez derribados los doce bloques de viviendas y el bar-restaurante, la segunda fase ha consistido en la extensión sobre el terreno de diversas capas de material inerte, tierra y picadís.

De esta forma, antes de empezar el verano y, en consecuencia, la temporada alta turística, ses Covetes presenta una imagen mucho más natural, aunque un considerable número de vecinos cuestionan que en la misma zona, a dos pasos del mar, permanecen tres antiguos inmuebles particulares, ajenos a la controvertida urbanización.

Aumento de turistas

El cada vez mayor número de bañistas que acuden a ses Covetes expresan su sorpresa por una restitución que incluye una ´reconstrucción´ de un sistema dunar.

El Consell prevé, a través del Ibanat, una resiembra para el próximo mes de octubre. Se espera que en unos cinco años el área recobre su aspecto de hace 20 años. Paralelamente, el ayuntamiento está a punto de activar la zona azul ORA, de pago para aparcar.T. Obrador