­El ayuntamiento de Selva acaba de sentar las bases para regular la tenencia de animales domésticos en el municipio y eliminar las prácticas contrarias a la dignidad de las especies. La nueva ordenanza reguladora, en vigor desde el pasado 16 de mayo, prevé duras sanciones económicas para los ciudadanos que abandonen o agredan de forma reiterada a algún animal, que podrían ser sancionados con multas de hasta 15.000 euros en aquellos casos considerados más graves.

La nueva normativa también considera como infracciones muy graves la celebración de espectáculos de peleas entre animales, el uso de animales en fiestas si éstos pueden resultar maltratados, la liberación en el medio natural de especies no autóctonas que impliquen un peligro para el ecosistema o el uso de artilugios que limiten la movilidad de los animales, entre otras prácticas.

La sobreexplotación de los animales, el suministro de sustancias no permitidas, la venta de ejemplares con enfermedades, la tenencia de animales salvajes que no se adapten a la cautividad o la no vacunación de las mascotas están tipificados en la ordenanza reguladora como faltas graves que podrían acarrear sanciones de hasta 1.500 euros.

Las condiciones de los animales

La normativa aprobada por el ayuntamiento de Selva tiene el objetivo de mejorar las condiciones de los animales de compañía y garantizar el bienestar de los mismos mediante la imposición de requisitos relacionados con el espacio en el que viven, que deberá mantenerse en óptimas condiciones higiénicas, incluir un techo para que puedan refugiarse en caso de lluvia y contar con un espacio necesario para que, como mínimo, los animales puedan mantenerse de pie y dar la vuelta sobre sí mismos.

En el caso de los perros, la ordenanza avisa de que no pueden mantenerse "de forma permanente" atados o en un espacio reducido. En el caso de que el animal tenga que estar siempre atado, la cuerda no podrá ser inferior a los tres metros y deberá garantizar una buena movilidad.

Además, el Ayuntamiento fija un número máximo de animales de compañía que podrá poseer el propietario y que vendrá determinado por la posibilidad de mantenerlos en buenas condiciones y en función de las molestias que puedan ocasionar al vecindario.

Asimismo, no podrán retenerse como animales domésticos o de compañía los que pertenezcan a epsecies protegidas o en riesgo de extinción.Por otra parte, la circulación de animales solos por la calle queda prohibida por la ordenanza, que también obliga a los propietarios a atar a las mascotas cuando paseen por la vía pública. En el caso de que pertenezcan a especies potencialmente peligrosas, el uso del bozal será obligatorio. El Consistorio considerará que un animal está abandonado si circula solo por la calle y lo tipificará como vagabundo si, además de ir solo, no lleva identificación. El plazo para recuperar un animal es de ocho días.

La nueva ordenanza desautoriza también la presencia en suelo urbano de vaquerías, establos, pocilgas y de otras industrias de crías de animales, así como la explotación doméstica de aves de corral, conejos, palomas y otros animales que puedan ocasiones molestias a los vecinos.