La Associació de Geòlegs de Balears organiza mañana en Cala Santanyí el Geolodía, una actividad didáctica que se celebra en todas las provincias españolas con motivo del Día de la Tierra.

-¿Qué se lee del pasado en las rocas de Cala Santanyí?

-Nos enseñan cómo era Mallorca hace seis o siete millones de años, en el Mioceno Superior. En aquellos momentos, la Serra de Tramuntana, la de Llevant, el Puig de Randa... eran islas separadas. Y entre ellos había un mar poco profundo con ambientes donde podía haber arrecifes de coral.

-Aquello era entonces como el Caribe. ¡O Florida!

-Algo así.

-Siga, siga.

-Esas barreras de coral iban acompañadas de lagunas y ambientes de manglar.

-En la última edición del ´Geolodía´, que se celebró en Peguera, ustedes explicaron que allí había una especie de cocodrilos. ¿Y en Cala Santanyí?

-La fauna que había entonces allí era bastante parecida a la actual. La mayoría de especies eran las mismas. Había erizos, ostras, moluscos.

-Explíqueme por qué hay tantas cuevas en la parte del Llevant de la isla cuando en otras zonas no abundan.

-El tema es que se encuentran materiales del Mioceno Superior que son calcáreos, muy porosos. Tienen muchos agujeros, por decirlo de otra manera. Con el tiempo, el agua va penetrando, se infiltra y va haciendo los agujeros que se convierten en cuevas. Y hay otra curiosidad.

-Cuénteme.

-Todas las cuevas, todos los torrentes están orientados de la misma manera, siguiendo las fallas, las fracturas, las estructuras propias de la roca. Y estas fracturas determinan también la forma de las calas de esta parte de la isla. Las calas son estrechas y alargadas.

-En calidad de geólogo, ¿cómo ve la explotación comercial de las cuevas?

-No estoy en contra. Una cueva es parte del patrimonio geológico y creo que se ha de potenciar su difusión, siempre y cuando no se publiciten diciendo cosas como que las ha formado el demonio. Lo que sí pienso es que debería figurar una explicación dirigida a los turistas, aunque fuera mínima, sobre el proceso de formación geológica de la cueva. Esto sí que se podría añadir.

-¿Cuál es el secreto de la famosa piedra de Santanyí?

-Es un tipo de marés, pero tiene unas propiedades que la hace más impermeable que otras, lo que permite aislar mejor las casas. ¡No deja entrar la humedad!

-¿Cuál es el material geológico más antiguo del que se tiene constancia en Mallorca?

-Data del carbonífero [se considera que es una fase que comienza hace más o menos 359 millones de años y que concluye hace 299 millones], y se encuentra en un pequeño afloramiento en el Port del Canonge.

-¿Y cómo era Mallorca en aquel tiempo?

-Aún formaba parte de la península, si se puede decir así de alguna manera, porque tampoco tiene nada que ver con la península actual.

-La geología nos hace retroceder millones de años. Pero es actual. Quiero decir que seguimos en transformación, geológicamente hablando.

-La gente ve un acantilado y piensa: "Esto siempre ha estado ahí". Pero no tiene en cuenta que, con el tiempo, se pueden producir desprendimientos y desaparecer.

-Eso tiene sus peligros. Sobre todos para esas casas que se asoman a la costa haciendo equilibrismos.

-De hecho, nosotros hemos pedido que los planes de crecimiento [urbanístico] contemplen estos riesgos geológicos. El más importante de estos riesgos es la caída de rocas.

-Usted ha realizado varios estudios sobre terremotos. Hablando de escenarios futuros, ¿hay algo de lo que tengamos que preocuparnos en la isla?

-Los estudios nos dicen que los terremotos que se producen en Mallorca y que pueden afectar seriamente tienen lugar cada 400, 500 años. El último así se produjo a mediados del siglo diecinueve, en 1851.

-Así que aún quedaría margen. Sólo estamos en 2013.

-Sí, puede decirse así.

-¿Cómo fue ese último terremoto?

-Afectó mucho a Marratxí y Palma. No murió nadie, pero sí que hizo que alguna casa se hundiera y causó grietas en otras construcciones.

-También es de temer lo que llevan aparejados a veces los terremotos: los tsunamis.

-Normalmente, la mayoría de tsunamis que llegan a la isla proceden de terremotos registrados en el norte de Argelia. Pero, generalmente, no pasa nada. El último de consideración fue en 2003, que causó olas de uno y dos metros y destrozos en barcos. Nada que ver con lo que se vivió en Indonesia.

-Balears tiene un rico patrimonio geológico. Pero a ojos del gran público continúa siendo "ese gran desconocido". ¿Cómo creen que puede acabarse con esta situación?

-El Govern está obligado a hacer un inventario de los puntos de interés geológico para protegerlos. Se hizo un primer inventario, que incluía por ejemplo las cuevas o el litoral de Peguera, pero nunca se llegó a materializar en una ley o un decreto que permita su protección efectiva.