Desde hace unos meses, una inmensa cabeza de pantera saluda a vecinos y visitantes, pintada sobre un lateral del polideportivo situado en la entrada de la urbanización Galatzó, una zona conocida popularmente como La Pantera, al lado de Santa Ponça (Calvià). La figura, que es obra de un joven artista urbano de la localidad, Javi Garló, muestra una expresión tensa y concentrada. Como si tuviese una presa entre ceja y ceja. Como si estuviese a punto de rugir. De entrar en acción. Bueno, es una interpretación.

?Los que sí que están a punto de rugir de verdad, y esto es literal, son los vecinos de la urbanización, que aseguran estar muy preocupados por la puesta en marcha de la primera fase de ampliación del polígono de Son Bugadelles, que ya se ha empezado a comercializar. El lunes pasado, decenas de vecinos se reunieron en una asamblea para decidir futuras acciones a seguir. El malestar se pudo rastrear en muchas de las frases que allí se dijeron: "Queremos crecer como pueblo, pero no como polígono"; "Nos van a dejar aislados, como un gueto"; "¿De qué sirvió el referéndum que hicimos hace años oponiéndonos a la ampliación si después nadie lo tiene en cuenta?".

?Durante la asamblea, se comentó a los vecinos la posiblidad de ir mañana al pleno municipal para expresar su rechazo a la extensión de Son Bugadelles. Curiosamente, los vecinos de Costa de la Calma también están convocados ese día para protestar por una recalificación urbanística. Así que, por unas horas, el salón de plenos de Calvià se convertirá en un ´manifestódromo´.