La Plataforma pro camins públics i oberts denunció ayer ante la conselleria de Agricultura del Govern, el departamento de Medio Ambiente del Consell y el Seprona de la Guardia Civil la aparición de varios animales muertos en la carretera vieja de Lluc a Pollença a su paso por la finca de Ca na Borrassa, propiedad de la familia del alcalde ´pollencí´, Tomeu Cifre (PP). El edil admitió ayer que dos de las ovejas muertas son suyas y que tenía conocimiento de que los cadáveres se encontraban en el tramo de Ca na Borrassa que forma parte del citado camino público.

Los miembros de la plataforma descubrieron los restos de los animales el pasado sábado, durante una excursión por la carretera vieja de Lluc. "Cuando llegamos al torrent de Llinars notamos un olor muy intenso de animal muerto", explican en la denuncia, en la que solicitan la retirada de los animales muertos por el "peligro" que suponen "para la salud pública", y lamentan que "la forma de dejarlos no se ajusta a la normativa vigente". También solicitan una investigación sobre la autoría de los hechos para que "no se vuelvan a producir".

En concreto, la plataforma denuncia que, a la altura de la finca de Ca na Borrassa, encontraron tres ovejas muertas "en estado avanzado de descomposición", además de dos gatos y una liebre que "podría haber muerto el mismo día".

La versión del alcalde

En este sentido, el alcalde de Pollença aseguró ayer que dos de las ovejas son de su propiedad y que sabía que se encontraban en el punto denunciado por la plataforma porque, según su versión, las mismas ovejas "habían muerto en este mismo punto porque buscan lugares con sombra". Por contra, asegura no saber nada de los dos gatos y la liebre también hallados en el camino que atraviesa Ca na Borrassa. "Posiblemente murieron en la carretera y alguien los ha traído hasta aquí", apuntó.

Cifre asegura que hace unos días avisó al Consell para que retirase los cuerpos de los animales, siguiendo el protocolo habitual en casos de hallazgo de animales muertos en zonas públicas.