Con tanto festival de cambios que propone el ministro Montoro para los ayuntamientos, es fácil perderse, así que le ayudaremos a entender qué va a pasar en las administraciones locales a partir de ahora. Resumido en una frase: hasta el más tonto va a seguir chupando del bote. El viernes Montoro se vanagloriaba al afirmar que el 82% de los concejales españoles no van a cobrar. La mentira se destapa al observar dos datos. En primer lugar, según han publicado varios medios de comunicación, el cálculo actual es que el 81% de regidores ya no cobran, por lo que los cambios del Gobierno central afectarían a un 1% de los ediles (o quizás solo sean décimas). Y en segundo lugar, el concepto "no cobrar", según el ministro, quiere decir no tener una retribución a jornada completa. Es decir, que el Gobierno Rajoy solo quiere limitar los concejales que tienen una dedicación exclusiva, pero nada dice de las dedicaciones parciales (que pueden tener sueldos tan altos como las exclusivas y solo se diferencian en que cotizan menos horas) ni de las llamadas indemnizaciones por asistencia a plenos, comisiones y reuniones (mediante las cuales hay regidores en esta isla que se embolsan más de 2.000 euros mensuales y que no se tienen que declarar como renta). Vamos, que los cambios que han propuesto no son más que el chocolate del loro: el político local que no cobre una dedicación exclusiva, la podrá cobrar parcial y seguir ganando lo mismo.

El futuro y arbitrario sueldo de los alcaldes

Otra de las novedades es que el sueldo de los alcaldes se fijará en base a dos parámetros: el sueldo de un secretario de Estado y el tamaño del municipio en el que gobierna. A simple vista, parecen dos datos objetivos y contrastables, lo cual refuerza la transparencia, ¿no? Desde luego, la población de un municipio la sabemos todos gracias al padrón municipal y el Instituto Nacional de Estadística. Pero, ¿qué cobra exactamente un secretario de Estado? Les reproduzco la respuesta que el departamento de comunicación del Ministerio de Hacienda facilitó el viernes a este diario: "Bueno, el ministro ha dicho entre 95.000 y 100.000 euros. Pero eso es más o menos, ¿eh?". ¿Qué quiere decir más o menos? Pues que cada secretario de Estado cobra, según la Ley de Presupuestos Generales de 2013, 71.886,31 euros anuales brutos (pagas extra incluidas). Los 30.000 eurazos de más salen de un arbitrario complemento de productividad, que varía según cada secretario de Estado, lo que supone que el ministerio sea incapaz de facilitar la cifra exacta a día de hoy. Así que, si se creían ustedes que Montoro le iba a bajar el sueldo de 100.000 euros a Ana Botella o Rita Barberá, desengáñense: hasta el más tonto va a seguir chupando del bote.