Un nuevo tren circulará en Marratxí dentro de poco, pero no admitirá pasajeros. O solo unos pocos. El Club Ferroviario Vaporista de Mallorca (CFVM) está construyendo un circuito a escala para el futuro museo del tren, que albergará réplicas en miniatura de locomotoras antiguas.

El presidente de la entidad, Roberto Rueda, explicó que esperan abrir al público a finales de verano, en función de las horas que puedan dedicar a esta tarea que realizan de forma altruista.

La construcción de las instalaciones ha sido acometida por los componentes del club. Han dado forma tanto al trayecto como a los edificios.

Actualmente han tienen finalizado el taller, en el que no falta ningún detalle para reparar las pequeñas locomotoras. Son un fiel reflejo de cualquier estación terminal con sus correspondiente rotonda para que las máquinas entren y salgan de las cocheras.

El circuito que recorrerán estas locomotoras a escala tiene unos 1.500 metros y pasará por túneles, puentes, lagos y trincheras. Los socios trabajan ahora en un futuro túnel.

Las vías tienen dos anchuras, por lo que podrán circular modelos de varios países. Una vez finalizado, este será uno de los circuitos más grandes del Estado español.

Las vías del circuito tienen el mismo sistema de construcción que las de que cualquier otro tren. Las traviesas están colocadas sobre gravilla previamente compactada.

Los visitantes de la futura instalación, aparte de poder realizar el recorrido de 1.500 metros encima de los trenes, podrán ver una exposición museística de ferrocarriles que circularon por las vías de Mallorca.

Hace pocos días ya instalaron dos de estos vagones, que simulaban a unos transportes de mercancías, de cuatro y de dos ejes respectivamente que datan del año 1875. Todas las piezas serán restauradas antes de ser mostradas al público.

Igualmente disponen de dos carretas: una de taller y otra de obra. Estas última data del año 1874 y se utilizó para la construcción de la vía entre Palma e Inca.

También podrán exhibir otro de los vagones que circularon por la isla y que actualmente está en las dependencias de Serveis Ferroviaris de Mallorca. Se trata de un Escoriaza, un ejemplar que transportaba pasajeros y que fue adquirido por la sociedad Ferrocarriles de Mallorca en 1930.

En las instalaciones también existe distinta maquinaria que fue utilizada en su día para la reparación de las máquinas y vagones en los talleres de la estación central de Palma.

Según el presidente del CFVM, Roberto Rueda, otra de las piezas que recalarán en el museo es el convoy a vapor que a día de hoy está parado en la Estación Intermodal de Palma.

Una estación para el futuro

A tal efecto, está previsto que SFM en un futuro construya un enlace entre la actual línea de Palma a Inca y el museo a fin de facilitar el acceso de la línea de pasajeros a sus instalaciones.

Por último, Rueda afirmó que el club tiene la intención de que se puedan realizar visitas extraordinarias desde el museo para recorrer la actual línea ferroviaria, tal y como sucede en otros lugares de la península, donde los modelos propulsados por carbón son un atractivo turístico.