El pacto de gobernabilidad del ayuntamiento de Pollença se ha roto. Los ediles no adscritos Malena Estrany y Tomeu Fuster han anunciado hoy que pasan a la oposición.

Esta decisión deja en minoría al PP y al único concejal que le quedaba a la Lliga Regionalista tras la salida de Estrany y Fuster a principios de legislatura por desavenencias con su grupo. Con el anuncio de su salida, el equipo de gobierno queda integrado por seis ediles, mientras que la oposición contará con once.

Estrany y Fuster se han marchado con duras críticas hacía el PP por su "pasividad" ante la crisis política que vive el consistorio. El alcalde, Tomeu Cifre (PP) ya había indicado que creía que era inevitable "rehacer" el equipo de gobierno porque "el pacto se suscribió con la Lliga", formación que se quedó con un único edil, Martí Roca, tras la ruptura en el seno de esta formación.

Una de las posibilidades para "rehacer" el pacto es sumar al equipo de gobierno de PP y Lliga los dos concejales de Convergència per les Illes (CxI), actualmente en la oposición. Esta formación se ha unido recientement a la Lliga para formar Proposta per les Illes (PxI). No obstante, aún no exite confirmación oficial de esta posibilidad.