La oposición de los payeses a que se traslade el mercado de frutas y verduras de Inca a los alrededores de sa Plaça Tapada no es, desde ayer, ni tan resuelta ni tan firme como la semana pasada. "Es que el Ayuntamiento no nos lo había explicado igual", aseguró Pep Martorell, vendedor de fruta, al ser informado de la petición de los comerciantes por el presidente de la asociación que les representa, Josep Nicolau.

El portavoz de la entidad sondeó ayer la opinión de un buen número de payeses aprovechando la celebración del tradicional mercado del Dijous.

La mayoría de consultados destacaron como inconveniente que, tras la construcción del nuevo mercado, se ha instalado mobiliario urbano que dificultará el acceso y la salida de los camiones de transporte. Joan Bernat, vendedor de olivas, insistió en que "lo primero que se debe hacer es estudiar muy bien los accesos. Si eso se resuelve, y me dan un lugar en condiciones, estoy de acuerdo". Abdón Escanellas, payés, apunta: "Siempre he considerado que tendríamos que estar junto al nuevo mercado, pero ahora estamos acomodados aquí (en la plaza de Orient) y los accesos son fáciles sin tener que madrugar tanto". Catalina Alzamora, payesa, dice: "Este emplazamiento es bueno y estamos mejor aquí; ahora bien, si la mayoría opina lo contrario tendremos que ir allí porque lo mejor es estar todos juntos".

Nicolau expuso que "sobre la mesa hay una serie de propuestas". La asociación de Comerciantes se compromete a negociarlas en favor de los payeses para que se trasladen y así ayuden a dinamizar una zona comercial que ha decaído". Nicolau propone celebrar una asamblea de payeses, comerciantes y vendedores del nuevo mercado para elevar una propuesta firme al Ayuntamiento.