Decenas de curiosos fueron a este fin de semana a ver un espectáculo natural único y al regresar se encontraron con una sanción de 200 euros en el parabrisas de su coche. Ocurrió en la zona de acceso a ses Fonts Ufanes y los afectados se han erigido en una plataforma para protestar por lo que consideran "un afán recaudatorio por parte del Ayuntamiento de Campanet", sostiene Javier Brotons, uno de los conductores sancionados.

Los afectados reconocen que estacionaron sus vehículos en las orillas del camino viejo que une Campanet con Pollença, a la altura de la ermita de Sant Miquel. En ese lugar se encuentra la finca de Gabellí Petit, que alberga el monumento natural de ses Fonts Ufanes. En ese tramo se pintaron hace tiempo marcas viales amarillas para prohibir el estacionamiento. Aun así los afectados insisten en que "siempre hubo permisividad el día en que revientan las fuentes".

Este fin de semana no fue así y la policía interpuso un buen número de denuncias. El propio alcalde, Joan Amengual, reconoció ayer que eran muchas pero no pudo cuantificarlas.

Los sancionados se muestran indignados e indican que "la propuesta de sanción especifica que la multa por mal estacionamiento es de 50 euros. Ante eso reclamamos al agente que se encontraba en el lugar y nos dijo que había puesto 200 euros porque era más chulo que nadie, literalmente", en palabras de Leticia Muret, otra de las afectadas.

El alcalde, manifiesta que "es cierto que 200 euros quizá sea una sanción excesiva pero la normativa habla de 50 a 200, dependiendo de la gravedad". La plataforma de afectados asegura que localizaron al alcalde en un bar y que le abordaron en el lugar para protestar. Amengual sostiene que les prometió "tramitar la sanción mínima, pero no puedo hacer más; infringieron el código de circulación y así se lo manifesté. Todo el mundo sabe que una línea amarilla prohíbe aparcar, y eso es así, aquí, en Palma o en París".

La explicación

Amengual dice que "la zona es estrecha y cada vez que brotan las fuentes el Govern hace publicidad para que la gente vaya. Se produce una avalancha, pero no habilitan aparcamientos. Así nos encontramos con entradas a fincas obstruidas e incluso caminos embotellados". El alcalde ordenó al policía que acudiera al lugar a poner multas "porque se recibieron muchas quejas vecinales".