Lo que podría haber sido una excursión mítica acabó en un paseo por la montaña. La Plataforma pro Camins Públics i Oberts decidió suspender la excursión programada de Pollença a Lluc a través de la carretera vieja. El motivo que adujeron es que no podían recorrer el trazado original de la vía.

El presidente de la entidad, Joan Crespí, realizó este anuncio megáfono en mano ante los 200 excursionistas y caballistas que participaron en el acto reivindicativo de ayer. Cuando llegaron a la acequia de la finca de Can Pontico, el grupo se detuvo y Crespí tomó la palabra: "La recuperación del camino público aún no se ha acabado. Aquí, donde antes había un puente, hay una acequia que impide el paso. Y siguen quedando barreras en el camino".

Por otra parte, la entidad solicitó la dimisión del alcalde de Pollença, Tomeu Cifre (PP), por no acatar "ni las resoluciones judiciales ni las órdenes del Govern y del Consell", ya que a juicio de la Plataforma continúa "usurpando cien metros del camino público con el pretexto de que se les escaparan las ovejas". "Un alcalde que no sabe guardar sus ovejas no puede ser el que cuida de su pueblo", sentenció. Este diario no pudo de contactar ayer con el alcalde Cifre por vía telefónica para conocer su opinión sobre estas declaraciones.

Crespí calificó de "impresentable" la solución del Consell de cortar las rejas de la finca de Ca na Borrassa, que pertenece a la familia del alcalde Cifre y recordó a la consellera insular de Función Pública, Margalida Roig, que es la encargada de la restitución del camino y que "no puede hacer tratos de favor" a la gente de su partido. Con esas palabras, Crespí devolvió la pelota al tejado del Consell y les emplazó a mover ficha y tomar posesión de la vía.

Además de la Plataforma pro Camins, también convocaron la marcha suspendida de Pollença a Lluc la entidad Gadma y la Associació de Cavallistes en Defensa dels Camins Públics. El presidente de este último colectivo, Tomeu Llinàs, declaró que es una "obligación de todos defender el patrimonio de Mallorca y hay que tener políticos que lo defiendan".

Crespí, Llinàs y otros de los convocantes se quitaron y guardaron sus chalecos que los identificaban como miembros de la organización y dieron media vuelta junto a una minoría de excursionistas, dando así por finalizada la caminata.

Sin incidentes y con vigilancia

No obstante, la mayoría de los 200 asistentes continuaron el camino hasta la Font de Muntanya. La marcha transcurrió de manera cívica, pacífica y sin incidentes, pese a los rumores de que los excursionistas eliminarían a la fuerza las barreras abiertas que estuvieran sobre el camino público. Nada de eso sucedió.

Diversas patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local de Pollença vigilaron el devenir del acto. Los agentes del Instituto Armado se apostaron hasta en siete puntos diferentes de la excursión desde el inicio en el Pont Romà hasta la finca de l´Empeltada, que está a mitad del recorrido.

A la excursión asistieron miembros de la coalición PSM-IV-ExM -entre ellos, los diputados Biel Barceló y Antoni Alorda, y el regidor Tomeu Cifre Bennàsar-. También hubo políticos de Esquerra y Alternativa per Pollença que se dejaron ver en el inicio del recorrido.