El ayuntamiento de Pollença tiene intención de modificar la ordenanza municipal de animales domésticos para que dos playas del municipio, concretamente las de Llenaire y Cala Carbó, sean aptas para que los bañistas puedan llevar a sus mascotas, algo que está expresamente prohibido hoy en día por la normativa.

De esta forma, la institución municipal pretende cumplir una reivindicación vecinal y turística, ya que son muchos los visitantes que son propietarios de animales domésticos y que, antes de elegir el destino vacacional, se aseguran de que podrán desplazarse hasta la playa con sus mascotas. En este sentido, la regidora de Medio Ambiente, Policía y Turismo, Maria Buades, explicó ayer que un touroperador especializado en destinos turísticos con mascotas, Guide4dogs, está en contacto con el Ayuntamiento desde el pasado mes de marzo para "hacer posible esta iniciativa" y empezar a promocionar Pollença como destino apto para los propietarios de animales domésticos.

Las playas de Llenaire y Cala Carbó (situada en Cala Sant Vicenç) son las más adecuadas, según el Consistorio, para poner en marcha la iniciativa por su carácter familiar y porque "ya están frecuentadas, de forma habitual, por usuarios con mascotas".

Buades destaca que la habilitación de estas playas para que puedan acceder las mascotas únicamente precisará de una pequeña inversión en señalización. La regidora asegura que el Consistorio ya trabaja en la promoción de estas playas como espacios aptos para animales y que se trabajará de forma conjunta con los hoteleros del municipio para dar a conocer la iniciativa.

La regidora informó de estas gestiones en el último pleno, en el que Alternativa per Pollença tuvo que retirar una moción que argumentaba la necesidad de disponer de, al menos, una playa para mascotas, y proponía la playa de Can Cullerassa a modo de "prueba piloto". Sin embargo, Maria Buades criticó la "falta de documentación" de la moción porque esta playa está situada en el ámbito de la reseva natural de la Albufereta, donde se desarrolla un programa de protección de un ave, el ´Tiruril·lo menut´, que está en peligro de extinción, por lo que la presencia de animales podría ser perjudicial para la cría de este pájaro.

Alternativa criticó que la regidora esperase al día del pleno para "cargarse" la moción, cuando ésta se había registrado semanas atrás.