Nombres de lugares que derivan de apellidos, de hechos históricos documentados (y otros más fantasiosos), de semejanzas con objetos. Incluso nombres inventados para facilitar su comercialización turística. Todo ello se encuentra en el mundo de la toponimia de la isla.

-Hay metáforas curiosas para designar lugares. Metáforas gastronómicas. Como el ´Pa de Figa´...

-El de Son Torrella o el de Ariant. Son enormes paredes rocosas que llegan a superar los 150 metros de desnivel.

-El ´Pa de Nadal´.

-Como el de Calicant. Tienen forma redondeada.

-Y no faltan las ´panades´.

-Sí, en Binissalem. Son rocas que en su parte de arriba les han colocado piedras en los bordes. Como los bordes de una panada.

-¿Qué otras metáforas abundan en el mundo de la toponimia?

-Por ejemplo, las relacionadas con las herramientas del campo. La gubia, que es una herramienta de carpintero, da nombre a una montaña en Bunyola. También tenemos sa sella [la silla de montar], que son formas del relieve que presentan dos elevaciones separadas por una zona más baja.

-¿Y la metáfora deportiva no? Lo digo por Belldeport.

-No, se equivoca. Deport es un concepto que antiguamente se refería a la recreación y al placer. El concepto de Es Cós sí que tiene un significado de deporte. Son los lugares donde se hacían las corregudes de los pueblos.

-¿Cuánto tiempo dedica a bucear en el mundo de la toponimia?

-Aproximadamente una hora al día. Empecé hace cinco años. Siempre me había gustado el mundo de la excursión, buscar lugares nuevos... Me encontraba a menudo con el problema de que ponía un topónimo en los buscadores de internet y no daba ninguna respuesta. Y todo ello coincidió con una época en que surgieron herramientas que facilitaban poner en marcha una web.

-¿De dónde saca la información?

-Fundamentalmente de libros de estudiosos. También de revistas, de diarios. Intento visitar los sitios de los que hablo y aportar alguna cosa nueva, personal. No me basta con decir que esto lo dice uno u otro.

-Con algunos topónimos, no hay acuerdo. Massanella es un ejemplo.

-Joan Coromines dice que el nombre deriva de dos palabras árabes. Manzal, que significa ´hostal´, y ílleh, que es un nombre de divinidad. El resultado sería ´Hostal de Dios´, en el sentido de algo sublime, magnífico. Otros defienden que viene de la palabra latina mattiana, manzana. Hay filólogos que son más arabistas y otros, más latinistas.

-¿Cómo se ´desempata´?

-Se aclara cuando se encuentran documentos antiguos. O con la aparición de nuevos restos arqueológicos.

-En Mallorca abundan los nombre a los que se añade la terminación ´des moros´.

-Se utiliza como sinónimo de una construcción muy antigua, pero no necesariamente que sea de la época islámica. Pero hay lingüistas que dicen que lo que significa a veces es morro, como la punta de una montaña.

-La conquista del Rei en Jaume ha dado lugar a numerosos topónimos.

-Como sa Potada. Hay en Inca, Santa Maria, Campanet y entre Esporles y Puigpunyent. O el Puig des Tresor, que hace referencia a la huida de los musulmanes en tiempos de Jaume I. Huyeron con sus riquezas y buscaron refugio en la Serra de Tramuntana y en las montañas de Artà. De hecho se han encontrado importantes tesoros, como el almohade que está en el Museu de Mallorca.

-¿Algún nombre de lugar que recuerde un hecho especialmente trágico de la historia de la isla?

-El Coll de sa Batalla, en Calvià. Allí se enfrentaron las tropas de Jaume I y el ejército islámico.

-¿La toponomia de la isla es invariable o está en evolución?

-La toponimia siempre se está creando. Siempre está viva. Ahora tenemos por ejemplo la zona llamada del Parc Bit.

-Hay nombres antiguos que se pierden.

-Siempre se han transformado. Antes, cuando cambiaba el propietario de una possessió, cambiaba su nombre. Hoy en día tenemos el ejemplo de Cap Enderrocat, que data del siglo catorce. Ahora le llaman Cap Rocat. Y no sería extraño que en un futuro hubiese topónimos en inglés o en alemán.

-Por lo que dice, la toponimia es bastante maleable.

-Hay nombres que se han inventado. Como Cala Romàntica en Manacor, que siempre se había llamado el Estany de´n Mas. O Cala Blava. El promotor de la urbanización le cambió el nombre. Antes se solía llamar Cala Mosques.

-¡Cala Mosques! Un nombre poco comercial para vender apartamentos.

-Evidentemente.

-¿Cuál es su topónimo favorito?

-Me gusta Ariant, que está en Pollença. Además, tiene un paisaje muy bonito.

-¿Considera que las administraciones públicas andan con cuidado a la hora de tratar la toponimia?

-Yo pediría a las instituciones que, cuando tomen decisiones relacionadas con la toponimia, vayan con cuidado para que no pasen cosas como lo que se ven en un cartel que te encuentras yendo hacia la Calobra. Habla del Coll des Reis. Pero no es así. No está bien explicado. Ese concepto hace referencia a la finca de Ca els Reis.

-Habla de sa Calobra, que es otro nombre curioso. Suena a culebra, como la carretera serpenteada que lleva a la cala, ¿no?

-Hay unanimidad en apuntar a la palabra latina colubra, serpiente. Pero no debemos olvidar que toda explicación debería dar cuenta también de la mucha menos conocida Calobra que encontramos en el municipio de Artà (sa Calobra Vella, sa Calobra Nova).