El 'correbou' de Fornalutx se desarrolló sin incidentes ni disturbios, pese a la manifestación convocada por dos plataformas antitaurinas. Solo once manifestantes se concentraron a las afueras del pueblo, en el polideportivo sa Rutlana, para protestar contra el maltrato animal y los festejos taurinos.

El evento más señalado de las fiestas en honor a la patrona de Fornalutx comenzó a las ocho de la mañana con la llegada del astado, un ejemplar de 350 kilos llamado Gitanillo. La banda de 'xeremiers' y 'flabiolers' le acompañaron en su entrada al pueblo.

Tras el protocolo, el toro fue liberado por las calles del centro del pueblo. Frente a él, corrieron numerosos vecinos, la mayoría con edades comprendidas entre los 15 y los 25 años. No hubo herido alguno durante el 'correbou'.

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