Un inesperado cóctel de falta de lluvias, problemas en la instalación de pozos que abastecen al pueblo y averías en la red ha motivado que en las últimas semanas Puigpunyent haya sufrido problemas con el suministro de agua potable.

Para hacer frente a esta situación, el Ayuntamiento de la localidad ha difundido un bando en el que establece una serie de restricciones, entre las que destaca la "prohibición total" de utilizar el agua de la red municipal "en aljibes, depósitos, pozos, fuentes, piscinas o para cualquier otro sistema".

Asimismo, la disposición municipal, que se hizo pública el pasado miércoles, fija un consumo máximo de 150 litros diarios por persona. Se prescribe además que no se puede destinar agua destinada al consumo humano para el riego de jardines, huertos o limpieza de vehículos, terrazas o garajes, por poner unos ejemplos.

En el bando, el ayuntamiento de Puigpunyent pide a sus vecinos que efectúen "un consumo de responsable y sostenible", al tiempo que les solicita que eviten las pérdidas innecesarias de agua, para lo cual insta a revisar las cisternas y los grifos.

El Consistorio recuerda que la tasa municipal de agua en vigor es progresiva, por lo que penaliza los excesos de consumo. "Los consumos muy altos cuestan 18 veces más que uno responsable", expone el bando, firmado por el alcalde Biel Ferrà.

En las últimas semanas, se ha producido una conjunción de factores que han perjudicado a la calidad del suministro. Así, a la falta de lluvias se ha sumado la obstrucción parcial de uno de los pozos de los que se abastece el pueblo. El Consistorio aún no ha obtenido el permiso de la Conselleria para hacer una nueva perforación.