La mayoría de ciudadanos acuden a la playa durante las vacaciones para desconectar del ajetreo de sus trabajos, pero últimamente descansar en las playas del norte de la isla resulta complicado. Este último año la presencia de vendedores ambulantes que trabajan de forma irregular en la zona norte de la isla ha aumentado muy significativamente. Para combatir su presencia, el Consejo de Coordinación de Policías Locales del Norte de la isla ha puesto en marcha este verano una campaña de control que tiene como objetivo disuadir a los vendedores para que no vuelvan a delinquir.

Los primeros resultados de la campaña se dieron a conocer ayer y constatan la alta presencia de venta ambulante en la zona. Según informó la conselleria de Administraciones Públicas, hasta ayer se habían efectuado "65 denuncias administrativas, 28 durante el mes de julio y 37 durante los primeros 15 días de agosto". Las cifras constatan que en el mes de agosto de ha producido un aumento del 32% de las denuncias, tanto por ciento que previsiblemente se incrementará aún más en los 15 días que restan de mes. No obstante, a pesar del índice de denuncias, los alcaldes de la zona aseguran que "aún queda mucho trabajo por hacer", y que "la situación no está controlada". En este sentido, el alcalde de Santa Margalida, Miquel Cifre (PSOE), afirma que "nuestro ayuntamiento está desbordado porque la presencia de vendedores ambulantes es muy alta". Según Cifre "tenemos una habitación llena de productos que se les requisan y hemos hecho un plan especial para vigilar la zona pero con los efectivos que podemos dedicar a la tarea, es imposible erradicarlo".

El principal problema al que se enfrentan los Consistorios es, según la alcaldesa de Alcúdia, Coloma Terrasa que "la mayoría de infractores son insolventes y no se pueden hacer cargo de las sanciones económicas, y además muchos de ellos carecen de documentación y las denuncias administrativas pocas veces llegan a buen puerto". Por ello, los munícipes piden que "se aumente la dotación de efectivos para combatir la problemática", y por otra parte, que "se endurezca la normativa" y se evite que pocas horas después de ser denunciados, los infractores vuelvan a estar en la playas vendiendo todo tipo de productos.

El responsable del ayuntamiento de Santa Margalida insiste en que, "la solución pasa por realizar campañas a diario, casi a cada hora, con agentes de paisano para así cerrar el círculo de los vendedores y poder cortar las alas a las mafias que en muchos casos están detrás de ellos".

El alcalde de Muro, Martí Fornés, asevera que "la mayoría de policías están desmotivados debido a la débil normativa que está en vigor, ya que, horas después de que se les denuncie, los infractores vuelven a estar en la calle". Fornés rompe una laza a favor de los agentes, y sostiene que los policias "llevan a cabo un muy buen trabajo, teniendo que enfrentarse en muchas ocasiones a los mismos infractores que se les encaran durante las detenciones". El munícipe afirma que el ayuntamiento de Muro fue uno de los primeros consistorios en poner agentes de paisano en las playas".