Durante el verano la Playa de Muro es una de las zonas más frecuentadas de la isla por los turistas. En ses Casetes des Capellans, el único rincón de la costa ´murera´ que hasta ahora estaba exenta de turistas, empieza a haber una creciente presencia de extranjeros, debido a que hay vecinos que prefieren hacer negocio en vez de seguir la normativa municipal. El portavoz de Entesa per Muro, Jaume Payeras, denuncia que "algunos vecinos del municipio que residen en ses Casetes des Capellans alquilan durante los meses de verano sus viviendas a extrajeros, cuando la normativa municipal lo prohibe tajantemente".

Según Payeras, "la zona de Capellans siempre había sido regentada por los vecinos de Muro, y las 148 casetas que hay nunca se habían alquilado ni vendido, pero últimamente es escandalosa la proliferación de casos que se dan". El líder de Entesa asegura que "hay vecinos que han llegado a arrendar una de las viviendas por 1.000 euros al mes, y ya va siendo hora que el ayuntamiento de Muro actúe y le pares los pies, sino se nos irá de las manos". Esta situación ha creado mucho malestar entre los residentes en Muro, ya que no todos los vecinos pueden disfrutar de las casetas, pues su uso está regulado y normalmente pasan de generación en generación familiar. Payeras considera que es "injusto que haya vecinos del municipio que no puedan disfrutar ni un sólo mes al año de las casetas y en cambio haya vecinos que pudiéndolo hacer prefieran hacer caja y alquilarlas, a pesar de que todo el mundo sabe que es totalmente ilegal". Aunque es Entesa per Muro quien denuncia la conducta de los vecinos, la mayoría de formaciones políticas de Muro son conocedoras de los casos.

Con el objetivo de poner freno a la situación, el consistorio de Muro ha creado una comisión informativa que tendrá lugar el próximo jueves durante el pleno municipal. En la comisión se analizará la denuncia de Entesa, se buscará una posible solución y se hablará también de la problemática circulatoria del núcleo costero.

Jaume Payeras lamenta que el Consistorio haya decidido "resolver la situación sin contar con la opinión de los vecinos, que son los principales implicados y afectados". Desde Entesa creen que lo más conveniente "sería crear la figura de un patronato en el que tengan voz y voto tanto los vecinos del municipio como los representantes políticos".

En este sentido, Payeras aboga para que se deje intervenir a la asociación de vecinos de ses Casetes des Capellans "porque son ellos quienes mejor conocen la situación y tienen derecho a dar su impresión sobre el asunto".

La normativa que rige la zona es peculiar. Debido a que las casas se encuentran prácticamente en segunda línea de playa, las viviendas conviven con las dunas y sus construcciones deben ser desmontables, lo que implica que no pueden tener baldosas, ni edificaciones con yeso, aunque a la práctica son muchos los vecinos que se saltan las normas. La proximidad con el mar ha dado origen a una reciente problemática con la Demarcación Territorial de Costas, quien en 2009 presentó un proyecto de deslinde que afecta de manera frontal a la zona costera. El deslinde provocaría el derrumbe de todas las viviendas y, por tanto, se anularía su titularidad. Los vecinos se manifestaron en contra de la intención de Demarcación de Costas y el Consistorio ha intentado paralizarla, por ahora sin suerte.