­Licenciado en Bellas Artes por la Universitat de Barcelona, por la que también es doctor en Historia, y licenciado en Filosofía y Letras por la UIB, Guillem Morro Veny es un gran conocedor de la historia medieval, sobre la que ya ha publicado diversos libros que ofrecen diferentes puntos de vista sobre el mismo periodo histórico. El último trabajo, publicado en catalán e inglés e ilustrado por más de 200 dibujos creados por el propio autor, relata los diversos conflictos sociales que ocurrieron en la isla entre 1350 y 1550, con especial énfasis en la revuelta de 1391, el ´alçament forà´ de 1450 y las ´Germanies´ de 1521. Tres episodios históricos en los que, curiosamente, se encuentran paralelismos con la convulsa situación política y económica de hoy en día.

—Haga una síntesis de la temática que trata en su último libro.

—Trata de una época de la baja Edad Media en Mallorca en la que las características principales fueron las revueltas y el descontento social. Hay muchos paralelismos entre lo que pasaba en aquella época y lo que pasa en la actualidad, porque todas estas revueltas siempre tienen un trasfondo económico y de supuestas injusticias fiscales que los sublevados intentan corregir por la fuerza al fracasar la vía negociadora.

—¿De dónde viene el interés en recrear los violentos episodios de la Mallorca medieval?

—El mejor historiador que ha tenido Balears, que según mi criterio es Josep Maria Quadrado, en su primera obra, ´Forenses y ciudadanos´, editada en 1847, afirma en el prólogo que a él le hubiera gustado hacer un trabajo que juntase las tres grandes conmociones populares que ha habido en la Mallorca de la baja Edad Media: la revuelta de 1391, el ´alçament forà´ de 1450 y las Germanies de 1521. Quadrado no acaba explicando por qué no lo hace, supongo que porque era una época problemática y él luchaba por ser el archivero del Regne de Mallorca. Precisamente a él le debemos el hecho de haber salvado uno de los archivos históricos más importantes de Europa, el del Regne de Mallorca. A mí me seducía mucho la idea de Quadrado y por ello hemos hecho un estudio sobre estos tres grandes movimientos, entre otros, explicando las causas de por qué se producen y las diferencias que existen entre ellos. Era una asignatura obligada.

—¿Qué retrato hace de la sociedad mallorquina de aquel tiempo, cuando relativamente había pasado poco tiempo desde la conquista de Jaume I?

—Durante el siglo XIII y la primera mitad del XIV existía una sociedad mallorquina emprendedora, que invierte en el comercio marítimo, el negocio más lucrativo tanto para ellos como para la economía de todo el Regne de Mallorca. Sin embargo, con el tiempo, la Universitat mallorquina, concepto que engloba a toda la municipalidad de la isla, empieza a emitir deuda pública para pagar los donativos a la Corona, importaciones de trigo o infraestructuras de defensa, entre otras cuestiones, y se acostumbra al cómodo expediente de emitir títulos de deuda, llamados ´censals´, cuando necesita dinero.

—¿Y cómo influyó esta tendencia en la economía isleña?

—Muchos inversores mallorquines, descendientes de los empresarios que crearon riqueza con el comercio, prefieren refugiar sus capitales en títulos de deuda pública. Y aquí podemos establecer un paralelismo con lo que está pasando hoy. A finales del siglo XIV, el 93% del presupuesto ordinario del Regne de Mallorca, el dinero que entra a través de los impuestos indirectos, se destina a pagar pensiones, lo que hoy llamaríamos intereses. Para poder seguir garantizando este elevado nivel de pago de pensiones, la fiscalidad tiene que ser muy alta. Aquí se produce una gran dicotomía que dura más de 300 años. Por una parte, la propaganda dice que es conveniente reducir la deuda pública de Mallorca, lo mismo que ordena ahora Merkel a los países europeos, y por otra parte, las oligarquías poderosas, las clases dominantes, no están interesadas en liquidar la deuda porque supondría perder una fuente segura de ingresos anuales, que son los ´censals´.

—Es decir, que la sociedad mallorquina pasó de ser emprendedora a querer vivir de rentas.

—El comercio marítimo era lucrativo pero entrañaba muchos riesgos (guerra, piratería...), y la sociedad mallorquina se convierte en una sociedad rentista a principios del siglo XV. Para alimentar esto, es necesario que haya una masa trabajadora que suministra la plusvalía, y proviene principalmente de la Part Forana y de la menestralería.

—Y aquí ya debió producirse un importante choque de intereses...

—En 1391 ya se produjo una primera revuelta que en el libro hemos intentado ilustrar con documentación original y dibujos. Es el conflicto más desconocido. El año interior de la revuelta, Lluís de Bellviure había ejercido como alcalde de Mallorca. Hoy es inimaginable que un gobernador se arriesgue contra los poderes que tiene encima para ponerse de acuerdo con las masas. Antes había unos valores muy fuertes que hoy en día han desaparecido. Por encima de todo, debía primar la justicia, y matar a un rey era legítimo por este motivo.

—Uno de los episodios históricos más conocidos es la Revolta Forana. ¿Qué ocurrió?

—Aunque Mallorca es muy pequeña, nadie puede negar que es la insurrección popular de más duración y consistencia del occidente europeo en la baja Edad Media. Fue una especie de guerra civil que duró tres años. Lo que hizo posible que este movimiento durase tanto tiempo es que tuvo de su lado al Sindicat de la Part Forana, institución muy desconocida en la actualidad.

—¿Qué era el Sindicat de la Part Forana?

—Era una organización creada por el Rei Sanç de Mallorca en 1315, constituida por diez síndicos y un Consell. Política e institucionalmente representa a toda la Part Forana de la isla.

—¿Qué papel jugó el Sindicat en la revuelta?

—Mientras los sublevados combaten contra Ciutat como sede del poder y de la corrupción, ya que en aquella época había mucha corrupción, tal vez más que ahora, el Sindicat y sus embajadores trabajan ante la Corte de Barcelona y de Nápoles para hacer valer sus razones.

—¿Cuál fue el origen de la revuelta?

—Es un origen múltiple, pero en primer lugar está el elevado nivel de corrupción que existe en la Administración pública centralizada en Ciutat de Mallorca. La Part Forana quiere entonces una independencia política y administrativa de Ciutat, e incluso llegan a pedir ser gobernados por un gobernador de Catalunya porque en aquel tiempo existía la conciencia de pertenecer a una nación cultural catalana. Hubo otros agravios, como el de la sal, que envenenó mucho la relación entre Ciutat y la Part Forana.

—¿En qué consistió?

—La ´gavella de la sal´ era un impuesto que se puso en 1425 porque la Universitat necesitaba unas 25.000 libras, que era mucho dinero, y se obliga a la Part Forana a comprar unas determinadas cuotas de sal, independientemente de si las necesitaban o no, mientras que Ciutat se da libertad para comprar la que necesitan. Otro motivo de la revuelta fueron las masivas expropiaciones de tierra por parte de los señores, que necesitaban jornaleros y esclavos para cultivar. La revuelta ´forana´ quiere potenciar su independencia respecto a Ciutat.