"Sabemos que nuestras enfermedades son crónicas y por tanto no tienen cura, pero queremos vivir con dignidad". Así de alto y claro habla Catalina Serra una joven vecina de sa Pobla aquejada del síndrome de la fatiga crónica y de sensibilidad química múltiple. El caso de Catalina no es único en la isla y como ella son muchas las personas que padecen enfermedades de sensibilización central, nombre genérico que engloba cuatro patologías, el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, la electrohipersensibilidad y la sensibilidad química múltiple.

Con el objetivo de hacer visible estas enfermedades poco conocidas las asociaciones SIFA, ASIF LLEVANT y AFIC han organizado este viernes por la tarde en el polideportivo de sa Pobla, en colaboración con el ayuntamiento, una jornada solidaria para dar a conocer las enfermedades y también para reclamar la creación de una unidad de fatiga crónica en las islas que pueda tratar a las personas que las padecen.

Las enfermos de las islas que estamos diagnosticados han tenido que viajar hasta Barcelona para ser tratados en el Hospital Clínic, donde hay una unidad de fatiga crónica. Bel Cirer, que al igual que Catalina está aquejada de una enfermedad de sensibilización central y forma parte de la asociación SIFA, asegura que el viaje hasta Barcelona provoca en los enfermos "un gran cansancio que les condena a guardar reposo durante unos días y una gran gasto económico que no todo el mundo puede afrontar".

Bel asevera que "recientemente no se ha hecho un recuento oficial de enfermos, pero hace ocho años sí se hizo y en las islas ya eramos tres mil personas diagnosticadas, cifra que creemos actualmente se sobrepasa ampliamente". Por ello solicitan la creación de una unidad de fatiga crónica, intraestructuras que sostienen, les permitiría "mejorar la calidad de atención médica y consecuentemente la calidad de vida". Mientras esperan que el Govern mueva ficha, los afectados han contactado en el doctor internista Antonio Fernández quien se desplaza de Barcelona hasta Mallorca para atenderles. Viaje y alojamiento es sufrado por los enfermos.

Catalina Serra explica que uno de los principales impedimentos a los que se enfrentan las personas que están aquejadas de alguna de las patologías es el desconocimiento general que hay de este tipo de enfermedades. "En la isla no hay un equipo médico especializado en nuestras enfermedades y la mayoría de paciente hemos ido rodando de especialista en especialista sin que nos encontraran nada, cuando el error era precisamente no analizarnos en nuestra conjunto ya que nuestra enfermedades son multisistémicas.

Mal diagnóstico

Tanto Catalina como Bel remarcan que las enfermedades de sensibilización central "son crónicas, invalidantes, pueden generar un alto grado de discapacidad y disminuyen notablemente la calidad de vida" pero por encima de todo quieren dejar claro que "no se trata de enfermedades psicológicas ni psiquiátricas". "A la mayoría de los enfermos nos diagnostican con depresión, cuando no es así, lo que nos provoca todavía más ansiedad" afirma Cirer.

Las diferentes asociaciones que organizan el acto se muestran muy agradecidas de poder llevar a cabo la jornada solidaria, ya que hasta la fecha no se había llevado nunca se había llevado a cabo un acto similar en la isla.