La necrópolis de Son Real, única en el Mediterráneo por el carácter monumental de sus tumbas, fue utilizada desde la edad de Hierro hasta la época romana. Tiene una superficie de 800 metros cuadrados y está compuesta por más de cien sepulturas que presentan diferentes formas: cuadradas y circulares (las más antiguas), con planta de herradura y rectangulares. Las sepulturas reproducen en pequeña escala las construcciones más importantes de la cultura talayótica.