­Desde hace ocho años el municipio de Campanet celebra el Carnaval d´Estiu, una cita ineludible para los amantes de la fiesta, la música y el color. Cerca de 2.000 personas, según el Consistorio, participaron el pasado sábado en los actos programados dentro del Carnaval d´Estiu, celebración que se alargó hasta bien entrada la madrugada y que es uno de los platos fuerte de las Festes de Sant Victorià.

Aunque normalmente es a partir de las once de la noche cuando el municipio se llena de gente, este año la fiesta empezó por la tarde cuando se realizó una espectacular batucada en la que participaron trescientos tambores. Fueron muchos los vecinos que se sumaron a la fiesta y recorrieron con la batucada las principales calles del pueblo. Los más pequeños de la casa también participaron y se reunieron en la plaza de son Bordoy después de ser convocados por el grupo ´s´Enfilai´.

Tres horas de música

Durante tres horas los diversos grupos de batucada, procedentes tanto de Palma como de la Part Forana, hicieron sonar sus ritmos para finalizar todos juntos interpretando el ´ballao´ en la plaza de Son Bordoy, lugar que a partir de las once de la noche concentraría a los participantes nocturnos del Carnaval d´estiu. Los grupos de batucada fueron invitados a la concentración por el director de la batucada de Campanet y organizador del acto, Biel Abrines.

La noche transcurrió con la animación de diferentes grupos musicales y dj´s mientras jóvenes de todas las edades procedentes de diversas localidades iban llegando a la concentración para disfrutar de unos horas de auténtica diversión. La mayoría de participantes iban disfrazados con atuendos muy veraniegos, como un grupo de jóvenes que iban vestidos de socorristas, otro de hawaianos y uno muy colorido de egipcios. La tranquilidad volvió a partir de las 6 de la mañana cuando se dio por finalizada la fiesta, a la espera de que el próximo viernes tenga lugar la Nit de Rock, que de bien seguro congregará de nuevo a un buen grupo de gente.

La parte negativa de la celebración llegó con el botellón que muchos jóvenes realizaron en paralelo al Carnaval d´Estiu.

Botellón

Las consecuencias del botellón quedaron patentes en la mañana del domingo, cuando se podían contemplar restos de botellas de alcohol en las calles colindantes a la plaza de Son Bordoy. Los equipos de limpieza se encargaron de recoger los restos de las botellas, vasos y plásticos que había por la calles, tarea que finalizó al mediodía. Las personas más mayores del municipio, junto a los vecinos que viven cerca de las plazas donde se llevan a cabo los actos festivos, no muestran su total acuerdo con estas celebraciones y consideran que lo lógico sería que las diferentes fiestas que se realizan para los jóvenes se concentraran en una sola noche, o bien sugieren que se desplacen estos eventos a otras zonas.