Sebastià Ramis Torrens. Obispo de Huamachuco (Perú). Nacido en Llubí en 1943. Ordenado sacerdote el 29 de junio de 1969, el 13 de septiembre de ese mismo año ya se marchó a Perú.

—Para usted Perú debe ser una segunda patria.

—¿Segunda? ¡O la primera! Es prácticamente toda la vida allí.

—¿Cómo es Huamachuco?

—Hay que pensar que tiene tres provincias: Huamachuco, capital Huamachuco, que debe tener unos 150.000 habitantes ahora, después Tayabamba, capital de la provincia de Pataz, alrededor de 90.000 habitantes, y finalmente Bolívar, capital del mismo nombre, que tiene mucho terreno pero no muchos habitantes, posiblemente cerca de 40.000. Luego hay Sitabamba, que es otra parte... En conjunto, unos 300.000 habitantes, lo que la extensión sería como dos veces Mallorca, 7.500 kilómetros cuadrados. Realmente hay mucho terreno.

—¿En qué consiste su función?

—Poner capellanes en todos estos sitios o monjas y catequistas. Visitarlos siempre que se pueda para primeras comuniones, confirmaciones, casamientos... También frecuento el hospital. Paralelamente disponemos de la ODEC, que viene a ser Eduación Católica a fin de que los profesores estén bien formados. Contamos con ayuda del Estado para que les dén plaza, no es dinero lo que se les da, es para poder trabajar y ganar como un profesor cualquiera. Es una garantía de preparación intelectual y religiosa.

—¿Cómo está precisamente la religión allí?

—Bien. La gente es muy católica. Sectas hay, aquí creo que no hay tantas...

—¿Pero históricamente siempre ha habido sectas, no?

—Más que sectas, división en la Iglesia, aquí ya son antiguas, por ejemplo el luteranismo, calvinismo, etc, estas no te hacen daño porque no van a conquistar gente. En cambio los que son adventistas, sectas diversas, Iglesia Pentecostal, la Misionera, etc., muchas clases de iglesia que van a buscar gente, proselitismo que hacen, y conlleva mucha división.

—¿Y su misión también consistiría en juntar?

—¡No! Esto no se puede juntar porque piensa que ellos no son creyentes como debe ser, no creen en el Papa ni nada... Tienen otros conceptos. En cambio los luteranos y similares pues no están muy lejos de nosotros, si bien de estos hay pocos en Perú, algunos en Lima... Dicen que Estados Unidos tenía como norma enviar sectas "y dividiremos y ganaremos". Es una creencia un poco rara esto de las sectas. Divide y vencerás...

—¿Vocaciones entre los jóvenes? Por aquí ya sabe que cada vez menos fieles a misa y pocas vocaciones religiosas.

—En sitios como Perú llega a haber vocaciones, yo tengo siete ahora pero podría tener más, el problema es económico porque tú tienes siete u ocho jóvenes que estudian y tienes que pagar mil soles cada mes para cada uno. Mil soles para nosotros son 320 euros más o menos cada mes, o sea que hay que calcular, tengo ahora siete y he de luchar lo suyo.

—¿Mucha pobreza?

—La pobreza golpea fuerte. En realidad ahora se ha descubierto eso de las minas y extraen, pero los pulmones humanos también lo pasan mal, igual en cuatro años quizás no habrá persona. Los principales extractores proceden de Estados Unidos y Canadá, son los que más se benefician. Toneladas y toneladas de oro. En 2010 la parte de nuestra provincia, de Libertad, había sacado 2,4 millones onzas de oro pero resulta que Cajamarca había sacado 2,5, nos ganaba en total de algo más de cien mil, y si tú calculas cada onza de oro por lo tanto son toneladas de oro que hay. En consecuencia los españoles que se llevaron oro en tiempos de la conquista no es nada en comparación con lo que ahora se llevan los estadounidenses y canadienses. Disponen de maquinaria muy avanzada. Algunas compañías tienen hasta 3.000 hombres trabajando. Eso sí, tienen una táctica que consiste en ver cuándo los hombres van allí, los miran y si han bebido les dan libre y a la tercera vez, fuera, ya no cuentan con él. Bastante severos.

—Cambiando de tema, cuente alguna experiencia solidaria.

—Ahora tenemos 46 niños de Perú apadrinados, padrinos mayoritariamente de Alemania, entre otros países como Italia. Envían más o menos unos 300 euros cada año. Con la implicación de los rotarios se mira caso por caso, se abren cartillas en los bancos, para gente pobre que ni tan siquiera sabía qué era tener una cartilla. A los que sacan menos se les da un pequeño premio, para que puedan pagarse las clases ahora y cuando estudien secundaria o universidad. Los apadrinamientos son importantísimos. Es una cosa muy buena. Cada mes se les sigue y cada medio año se envía una carta al padrino, con una foto de él, texto explicando como van los estudios, etc.

—Usted también es conocido por contar chistes en las misas.

—Cuento chistes, sobre todo en los días festivos, ya que si uno viene triste porque ha pecado o ha dicho según qué luego sale más contento. Jesús nos ha perdonado, entonces ¿por qué no reír un poco? Allí va uno: Eran dos borrachos que van a ver a un amigo también borracho que ha fallecido. Uno de ellos dice: ´¿Y por qué te has ido tan pronto, Alfredo?’. El de al lado: ´No te contestará’. Y el amigo: ´¿Por qué?’. La respuesta: ´No se llama Alfredo, es Luis’.