­­Joan Magro Bauzá. Alcalde de Sant Joan bajo las siglas del PP. Posee la vara desde febrero de 2010. Nació en 1954 y algunas de sus aficiones son la pintura y caminar. Su profesión, en estos momentos en excedencia, gerente de la cooperativa Camp Mallorquí. Su socia fue UM y ahora, la Assemblea.

—Sant Joan es el único municipio de la isla en el que el PP gobierna con la izquierda, en este caso la formación Assemblea per Sant Joan. ¿Ningún problema?

—Ninguno, todos estamos muy satisfechos. Hay lealtad por ambas partes y además procuramos consensuar con los grupos de la oposición, PSOE y Convergència. Por mí el pacto con la izquierda que dure siempre si es por el bien del municipio. La experiencia está resultando muy buena. Evitamos aquello en lo que podemos chocar y no se hace nada sin ponerlo en conocimiento entre todos.

­­—Por lo que veo, firme defensor pues de este tipo de alianzas.

—Considero que una cosa son las instituciones insular o autonómica, pero en los pueblos pequeños debe primar el trabajar por el bien del pueblo, con sentido común y máximo consenso, por lo que pueden ser muy positivos los pactos entre derecha, centro e izquierda.

­­—La anterior legislatura, con pacto PP-UM, fue de lo más convulsa. Inicialmente ocupó la alcaldía Maria Teresa Munar. La sucesión se adelantó algunos meses, cogiendo usted la vara en febrero de 2010. De todos es sabido la división interna que había en las filas regionalistas, Munar abandonó UM y su mandato fue en minoría. Esta vez el PP tiene tres ediles, los mismos que Assemblea. CxI dos y PSOE, uno. ¿Persiste aquella crispación, tensión en el pueblo?

—No. La crispación ha desaparecido. No hay ´mal rollo´ ni tensión. El 80% de los temas se aprueban por unanimidad, por no decir el 90%. El presupuesto precisamente estos días es consultado con la oposición. También hubo gran acuerdo en la segunda aprobación inicial de las Normas Subsidiarias y el catálogo de patrimonio.

­­—¿Consciente de que tanto consenso hacen de Sant Joan un municipio de lo más peculiar?

—Nos hemos sabido entender todos los regidores. Todos podemos tener nuestras ideas políticas, nuestro corazoncito, pero cuando nos ponemos serios a trabajar por el bien del pueblo nos entendemos, estamos en el mismo campo de juego y nos sentimos cómodos.

­­—Diga la verdad: ¿No ha recibido presiones del presidente José Ramón Bauzá u otros altos cargos conservadores para romper su pacto con la izquierda?

—Ninguna presión. Saben lo que pasó en la anterior legislatura con Munar.

­­—Eso sí, malas lenguas han advertido a este diario que el PP de Sant Joan está dividido y roto.

—No está dividido. Como en toda familia hay momentos de malentendidos y problemas. La situación actual está normalizada, el PP está bien. Además este año deben renovarse las juntas locales, seguro que entrará nueva savia. También veo bien que haya voces discrepantes constructivas, se respetan. Pero no hay ningún problema.

­­—Intuyo que igual no vuelve a optar a la alcaldía por el PP.

—Todavía es muy pronto para hablar de candidaturas.

­­—También se comenta que en realidad la que ejerce de alcalde es la que tiene que ser su sustituta en septiembre de 2013, la líder de la Assemblea, Catalina Gayà.

—No es cierto. Cada uno está en el sitio que le corresponde, ella es ahora la teniente de alcalde y máxima lealtad y respeto mutuo siempre. Quienes realmente mandamos somos el conjunto de seis regidores del equipo de gobierno, y dejamos participar también a la oposición. El alcalde tiene la responsabilidad final, pero aquí trabajamos un pacto de seis ediles.

—¿Le molestó el lazo a favor del catalán que la Assemblea colgó en el balcón del Ayuntamiento?

—En absoluto. Para nada.

­­—¿Qué balance hace del primer año de legislatura 2011-15?

—Muy positivo. Formamos un equipo de gobierno que deja las ideologías políticas a un segundo o tercer plano. Trabajamos por el bien del pueblo, y queremos salir cuanto antes mejor de esta situación tan mala por la crisis.

­­—¿Y qué medidas encuentran?

—Ajustamos mucho los gastos. Por ejemplo una de las medidas de ahorro consiste en apagar el 50% del alumbrado público a medianoche. Asimismo, si antes el Ayuntamiento contrataba servicios externos para cuestiones jurídicas y contabilidad, ahora lo asumen el secretario municipal y un técnico del propio Consistorio. Esto nos suponía un coste muy elevado. Conservamos la plantilla de personal. Y la brigada lleva a cabo los trabajos de arreglar cosas, limpieza, desbroce de caminos, etc.

­­—¿Ha influido la crisis en un significativo cambio de las visitas al despacho de alcaldía?

—Sí. Los problemas han ido cambiando. La gente está un poco de mal humor, disgustada... Uno tiene que ejercer casi de psicólogo, cada persona tiene un problema diferente, hay que escucharla, aumentan las dificultades económicas, incluso para sobrevivir.

­­—¿Un cambio de perfil del usuario de los Servicios Sociales?

—Así es, hoy en día se incrementa el número de usuarios que no son inmigrantes y precisan atención y ayudas. En mi opinión, el trabajo de la Mancomunitat del Pla, competente en los Servicios Sociales, un 10 de nota.

­­—¿Han subido los impuestos?

—No. La presión fiscal sobre la ciudadanía no la hemos aumentado. Sí que con una revisión de las viviendas situadas en suelo rústico se ha actualizado el registro de titulares que deben abonar también IBI y tasa de residuos. Así como contempla la ley. Mantenemos el IBI congelado y no descarto incluso que gracias a la revisión lleguemos a reducirlo próximamente.

—¿Cuáles son los proyectos ´estrella´ de esta legislatura?

—Disponer de las nuevas Normas Subsidiarias y catálogo de patrimonio aprobados definitivamente. Prevemos un área de servicios en la entrada desde la carretera de Vilafranca-Manacor, y recalificar unos terrenos municipales, al lado de la depuradora, para crear un Parc Verd. Completaremos también el catálogo de caminos públicos. Asimismo, desarrollar el PERI de es Turó, preservando la tipología de la zona alta del pueblo, conservando las vistas y evitando masificaciones urbanísticas, cada isleta tendrá su tipología determinada. Por otra parte, a mediados de julio debe estar lista la reforma de la plaza Constitució. Habrá a su vez una señalización de puntos de interés: Ayuntamiento, Consolació, Casa Museu Pare Ginard, etc. En cuanto a sanidad, nos gustaría que se construyera un nuevo centro sanitario ya que el actual se ha quedado pequeño, malos accesos... Por supuesto, hay que conservar, mantener, todo lo ya existente. Paralelamente nos estamos poniendo al día en lo que se refiere a ordenanzas: de animales peligrosos, convivencia ciudadana, regulación de contadores de agua y conexiones a la red pública, etc.

—¿Y qué hay del viejo proyecto del teatro-Centre Catòlic?

—Tenemos que ponernos de acuerdo nuevamente con el Bisbat. En su momento se firmó un convenio, donación de unos 25 años de los que ya deben haber transcurrido 15. El Ayuntamiento asumió gastos de arreglo de la cubierta, estructura interna, etc, pero deberíamos concertar nuevos encuentros con el Bisbat para que el teatro sea una realidad.

—Recientemente hubo interrupción del suministro de agua potable. ¿Riesgo de más averías?

—Esperemos que no, toquemos madera. Disponemos de un motor de reserva. Eso sí, pedimos a los vecinos que sistemas alternativos particulares de cisternas, pozos y aljibes los tengan en condiciones, por si vuelve a haber averías.