Interpretar la naturaleza, el patrimonio y diversos valores socioculturales complementarios costará dinero. La empresa pública Espais de Natura Balear, vinculada al Govern, ha aprobado la aplicación de tarifas, concretamente a partir del próximo 1 de junio, en los centros de interpretación de ses Salines (acuario de Colònia de Sant Jordi); Son Real; Ca s´Amitger (paraje de la Serra de Tramuntana); Can Bateman (parque de s´Albufera de Mallorca); s´Albufera des Grau (Menorca); Can Marroig (parque natural de ses Salines d´Eivissa y Formentera), y Museu de Cabrera es Celler. Espais de Natura remarca que los puntos de información de los espacios naturales protegidos son gratuitos, "solo se cobrará entrada para la visita a los centros".

El conjunto de tarifas se abonarán en cada centro, a excepción de los tiquets del museo es Celler (Cabrera) que se harán efectivos con la adquisición del billete de la embarcación correspondiente de las empresas autorizadas por Espais de Natura Balear.

En Mallorca llama la atención el hecho de que se implantan por vez primera tarifas en el acuario de la Colònia, Ca s´Amitger y Can Bateman. En el caso de Son Real, en la inauguración (septiembre de 2008) del proyecto del centro de interpretación y el museo habilitados en la possessió, ya se estableció que las visitas tendrían un coste de cinco euros para el público en general; 2,5 euros para los niños, y 3 para los portadores de la Tarjeta Verde. Ahora se ha aprobado la gratuidad para los menores de 12 años, y en cambio para los adultos, 3 euros.

Donde más presión fiscal se ha decidido ejercer es en el acuario de la Colònia, que desde su inauguración en julio de 2008 mantiene la entrada gratis. El consejo directivo de Espais de Natura Balear ha aprobado que el acceso para niños de 0 a 3 años sea a partir del 1 de junio gratis; de 3 a 12, 4,50 euros, y mayores, 8 euros.

El acuario-centro de interpretación de Cabrera, impulsado para divulgar el espacio protegido y dinamizar también el turismo y la economía, viene sufriendo en los últimos años recortes (de espacios visitables, horario, personal, etc) y el Govern no descarta en el futuro privatizar la gestión del complejo, sobre todo por el elevado coste de mantenimiento (más de 1,3 millones al año).