­Llesca, Flama y Lluenta llegaron ayer al torrente de Esporles. Ellas tres forman parte de la nueva brigada de limpieza municipal que ha contratado el consistorio para acondicionar el cauce. Las tres son burras de pura raza autóctona y dentro de un par de días tendrás otras cinco compañeras más.

Estas ocho someres se comerán todas las malas hierbas del torrente para prevenir así posibles desbordamientos e inundaciones. La original medida la ha impulsado el Ayuntamiento de Esporles, que preside Miquel Ensenyat (PAS-PSM).

Pero el alcalde recuerda que de original no tiene nada, sino que es un sistema avalado por siglos de tradición. "Es un sistema ancestral en la Serra de Tramuntana que ya había desaparecido en el pueblo", explica. El regidor de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, detalla que antaño muchos rebaños se disputaban la hierba del torrente de Sant Pere. "Eran muy preciadas", dice, "porque estaban muy bien hidratadas".

En cambio, ahora ningún pastor las quiere, por lo que el consistorio, con la colaboración de la Associació de Criadors de Pura Raça Asenca de Balears, ha optado por la solución de las burras. Esta iniciativa se realizará a coste cero. La asociación, a cambio, recibirá algo de promoción de sus ejemplares, que recibirán la visita de grupos de escolares mientras trabajan en el cauce.

El presidente de la entidad, Xisco Segura, recordó que solo quedan 200 ejemplares reproductores de esta especie y que es una lástima que la raza esté en peligro de extinción por la falta de colaboración de las instituciones públicas. Por ese motivo, aceptó encantado el ofrecimiento de Esporles y en seguida los animales se han puesto manos a la obra.

De hecho, tan pronto como los soltaron ayer, los tres primeros animales se pusieron al tajo y devoraron las plantas molestas. Las burras circularán por todo el cauce del torrente y vivirán allí hasta agosto. El consistorio ha instalado vallas temporales en un tramo corto para que las jumentas no se escapen e irán desplazado las barreras así como se queden sin verde.

Ensenyat agregó ayer que "el torrente cruza todo el pueblo y el pueblo gira en torno al torrente". "En Esporles dicen las estadísticas que ha habido cuatro inundaciones de media cada siglo y el exceso de vegetación que hay ahora en el cauce es un peligro", por lo que han optado por la filosofía del más vale prevenir que curar.

El alcalde también recordó que "no es competencia municipal limpiar el torrente, pero los medios que se utilizan a veces no son los más adecuados". Ensenyat aludió, sin mencionarlo, a la limpieza con retroexcavadoras que realiza el Govern y que su partido en otras ocasiones ha criticado públicamente. El nuevo método, "más económico y sostenible", ya reunió ayer a unos cuantos vecinos curiosos a los que les gustó que las burras volvieran al torrente.