La comisión municipal de Hacienda de Inca resultó ayer bastante polémica. Estuvo plagada de sorpresas y del abandono del portavoz del PSM, Antoni Rodríguez, por "la improvisación".

La comisión debía preparar los temas que se debatirían en el pleno extraordinario del próximo lunes. En principio, dicho pleno se convocó para aprobar la suscripción de un préstamo para abonar las facturas incluidas en el plan de ajuste ordenado por el Estado. Pero el equipo de gobierno presentó, además, dos puntos adicionales que pretende que se aprueben en la misma sesión. Se trata de un paquete de más de 600 facturas extrajudiciales –por valor de unos 800.000 euros– y de la aprobación definitiva del catálogo de elementos protegidos.

Indignación

Rodríguez se indignó ante la densidad de los puntos a estudiar "en solo cuatro días" y "por la improvisación de presentar a la comisión de Hacienda una moción que debe ser debatida en la de Urbanismo". Por ese motivo el edil decidió abandonar la sesión.

Xavier Ramis, portavoz del PSOE, indicó que "hace solo una semana que el alcalde (Rafel Torres, PP) nos atacaba diciendo que manejábamos las cifras económicas a nuestro antojo con la intención de criticar por criticar. Ahora se ha visto como quienes se llenan la boca de demagogia son ellos. Dicen que están ajustando la economía municipal y nos presentan como factura extrapresupuestaria el servicio de un trenecito turístico usado como promoción durante la Navidad". Ramis sostiene que "están recortando de partidas prioritarias que seguramente necesitan más dinero y siguen malgastando en cosas innecesarias como ese trenecito".

Àngel Garcia, portavoz de Independents d´Inca (Indi), fue más contundente al reafirmar sus acusaciones sobre facturas "escondidas en cajones". El portavoz de Indi sentenció que "ha habido, hay y seguirá habiendo facturas escondidas en cajones para no descuadrar el presupuesto aunque el alcalde jure y perjure que no".

Facturas muy atrasadas

Para demostrarlo Garcia alude a cuatro de las más de 600 facturas extrajudiciales que ayer se presentaron. Dichas facturas llevan el sello del registro de entrada municipal de día 22 de febrero de 2011. Son facturas que competen al Instituto Municipal de Actividades Físicas (Imaf) y que no han llegado a este organismo hasta un año después de entrar en el Ayuntamiento. Se refieren a folletos e impresiones diversas relativas a los ejercicios 2006, 2007 y 2008.

El alcalde sostiene que "el dueño de la empresa las presentó a la vez y tarde". Garcia es tajante: "Es algo increíble. ¿Quién puede creer que un empresario espera de cuatro a seis años para presentar una factura?".

Pero, aun asumiendo que el empresario las entregase tarde, los independientes tienen claro que "se han guardado en un cajón durante un año".