El alcalde de Inca, Rafel Torres, expuso ayer las quejas vecinales, referentes al deficiente mantenimiento de la zona de influencia de la estación del tren al gerente de Serveis Ferroviaris, José Ramón Orta. Según manifestó Torres, "se le ha indicado que existe cierto malestar vecinal por unas deficiencias que se van prolongando y que, por convenio, tiene obligación de solventar".

El ayuntamiento de Inca y SFM firmaron un convenio por el que se adecentó la plaza de Antoni Mateu, que se encuentra junto a la estación, y se construyó un aparcamiento en su sótano. SFM recibió la explotación del aparcamiento a cambio de la obra y el mantenimiento del espacio durante 20 años. Hace unos meses que dejó de explotar el aparcamiento debido a su baja rentabilidad. Al mismo tiempo, dejó de efectuar un mantenimiento adecuado de toda la zona de uso público existente en el lugar.

Torres asegura que "José Ramón Orta es consciente de que hay algunos desperfectos por solucionar. Lo ha reconocido. También se ha comprometido a adelantar la inversión y efectuar el trabajo en breve".

Las quejas

Los vecinos de la plaza se quejaban de grietas en el embaldosado, el vallado de uno de los accesos, la jardinería mal cuidada y los registros del alumbrado. Orta se comprometió a arreglarlo. Del alumbrado dijo, en concreto, que no está estropeado pero que alguien ha sustraído las tapas de las cajas de empalmes de las farolas.

El PSM local también ha transmitido quejas puesto que su sede se encuentra en el lugar.

Una de las quejas de usuarios de la estación se centra en la falta de bancos en los andenes para que la gente mayor pueda esperar. El gerente explica al respecto que fueron eliminados para evitar peligros pues alguna persona había tropezado. Torres insiste en que "se ha de cuidar la seguridad pero también hay que facilitar el acceso y el uso del tren a los mayores. Al respecto el gerente nos ha prometido estudiar una solución".