­Una empresa de capital alemán ha invertido ocho millones de euros en la instalación de un parque fotovoltaico en Muro. Comenzará a funcionar en pruebas en una semana. Este parque, denominado huerto solar en el proyecto, puede producir, a pleno rendimiento, casi la mitad de la electricidad que gasta la población de Muro. La localidad consume entre cinco y seis megavatios, según informa su alcalde, Martí Fornés, y la planta puede generar 2,5 megavatios.

El alcalde sostiene que "se trata sin duda de una apuesta de futuro, ecológica, y a la vez de un beneficio económico para el municipio pues generará trabajo de forma directa e indirecta". José Rafael Castelló, responsable de operaciones de la empresa Dalkia solar, que es la que se encarga de la instalación técnica, corrobora que "inicialmente se crean dos puestos de trabajo directos, pues siempre habrá dos personas vigilando el lugar y haciendo pequeños trabajos. Pero, además, será necesario establecer un contrato permanente con una empresa local de mantenimiento eléctrico, otra de suministros de ferretería, jardineros para el desbroce de la finca, etc..." Cabe destacar que, tras la exposición pública, no hubo ninguna alegación por parte de los vecinos del pueblo.

El huerto solar ocupa una extensión de 8,6 hectáreas (86.000 metros cuadrados) de una finca situada en el paraje rural de Son Parera. La empresa promotora es Energies Netes de Son Parera SL y prevé que el proyecto dure 25 años como mínimo. Esa es la vida útil de los paneles. Aun así, la empresa ha incluido una cláusula de prórroga en el contrato de arrendamiento de la finca.

Parque ecológico

La idea de la promotora es la de un parque completamente ecológico, no solo en su finalidad sino también en su estructura.

El parque fotovoltaico está instalado sobre soportes metálicos que se sujetan al suelo mediante un anclaje en forma de rosca. Son, simplificando la expresión, grandes tornillos enroscados en el suelo. No llevan hormigón, de forma que si un día se desmontan la finca quedará como estaba originalmente.

Paneles

Estos soportes sujetan un armazón, igualmente metálico, donde se acoplan las placas. En principio se debían instalar un total de 11.440 módulos, pero al final se han colocado 13.000 paneles para compensar los momentos en que baje la intensidad.

Para la elección de la finca se tuvo en consideración que no se tratase de un suelo virgen ni productivo. La parcela en cuestión era antiguamente una explotación agrícola que se había abandonado. Castelló explica que "quedaban algunas higueras en mal estado y lo demás era matorral y gamón (porrassa en catalán)".

El alcalde valora de forma positiva "tanto la intención de la empresa como el proyecto en sí. Lo único que solicité es que las instalaciones fueran lo menos impactantes posible y que permitieran la convivencia con la agricultura". Castelló sostiene que "incluso se han dejado pequeños pasos inferiores en la verja para que transiten los animales salvajes como puedan ser liebres, conejos, perdices y otros".