­El alcalde de Inca, Rafel Torres (PP), admitió ayer que el Ayuntamiento no tiene presupuesto suficiente para renovar la anticuada red de canalizaciones subterráneas de aguas pluviales y fecales de la ciudad y que las actuaciones que se llevan a cabo se limitan solamente a solucionar las urgencias que surgen. "La situación económica del Ayuntamiento impide ahora una renovación total de la red hidráulica, si bien en la mayoría de calles más antiguas ya se ha cambiado", apuntó el alcalde durante el transcurso de una visita que realizó ayer, junto a diversos regidores del equipo de gobierno, a las obras de reparación de una avería en las tuberías de un tramo de la calle Biniamar y en la conexión de esta vía con la avenida Germanies y la calle Dureta.

Las obras se pusieron en marcha tras la detección de una filtración de aguas residuales en un sótano privado. El Consistorio activó entonces un dispositivo para buscar, mediante una cámara, la causa de las filtraciones. Finalmente, se comprobó que las pérdidas de agua se debían al estado obsoleto de las viejas canalizaciones de alcantarillado en la citada calle de la ciudad.

El alcalde Torres explicó que el Ayuntamiento ha optado por "ejecutar la renovación integral de los servicios de alcantarillado y de agua potable" en el primer tramo de la calle Biniamar y otras calles próximas.

Las obras suponen una inversión de 38.000 euros y han sido adjudicadas a la empresa Man por vía de urgencia. La previsión municipal es que los trabajos estarán en marcha durante quince días más. El proyecto implicará el cierre de la calle en diferentes jornadas, lo que dificultará la circulación por la ciudad al tratarse de calles muy céntricas. Por este motivo, Torres pidió "disculpas" a los vecinos por las molestias que generarán las restricciones de tráfico y destacó el "importante esfuerzo" que supone para el Ayuntamiento la ejecución de este tipo de obras en estos momentos de contención económica". A su entender, "son mejoras necesarias para los servicios básicos que se prestan a los ciudadanos", a pesar de admitir que estas obras "no quedan a la vista".