Un ejemplar del patrimonio ferroviario español, reducido a chatarra. Así ha acabado la histórica locomotora Brown Boveri, construida en 1928 y que pertenecía a la empresa privada Ferrocarril de Sóller.

Los responsables de la compañía dieron la orden de desmontar la máquina la semana pasada para venderla al chatarrero que pagara mejor el kilo de metal. La empresa ingresó aproximadamente 10.000 euros por las 25 toneladas que pesaba.

El presidente de Ferrocarril de Sóller, Óscar Mayol, aseguró a DIARIO de MALLORCA que tomo la decisión porque el Brown Boveri "no servía para nada". "Sí, lo hemos vendido por chatarra porque es chatarra. Nunca ha circulado por Mallorca", apuntó el directivo con rotundidad, que justificó la orden de desarmarlo porque estaban "cansados de ver ese trasto tirado en un solar".

De "ese trasto" –como dice Mayol–, quedaban siete unidades en el mundo. Ese modelo de Brown Boveri, también conocido como Cocodrilo por la forma del morro de la locomotora, fue construido expresamente para Ferrocarriles Vascongados en 1928 y solo se hicieron diez unidades. Tres fueron desmontados en la época y la que hasta ahora permanecía en un solar de es Pla de sa Coma (Bunyola) es la cuarta que desaparece.

Las otras seis son piezas de museo, tal y como indica el experto en trenes, Juanjo Olaizola. En el Museo Vasco del Ferrocarril, que hasta hace poco dirigía Olaizola, tienen tres de los seis modelos que aún quedan en pie. Allí su valor de inventario es de 100.000 euros. "Y es un valor a la baja", asegura Olaizola, ya que en el mercado se podría pagar más por esta "locomotora que a nivel europeo tiene mucho pedigrí".

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