Pocos pensaban que el Club Newton, organizado como medida de presión para conseguir que el ayuntamiento de Manacor aprobara de una vez por todas una ordenanza contra la contaminación lumínica, consiguiera sobrepasar sus primeros diez años siendo uno de los colectivos astronómicos más activos de la isla. Para su presidente, Miquel Amer (Manacor, 1962), hace ya tiempo que mirar al cielo no es un simple acto de observación.

—¿Cómo y cuándo nació el Club Newton?

—En 1999, cuando ya hacía tiempo que un grupo de amigos interesados en la astronomía, creímos que así podríamos solicitar con más fuerza una ordenanza municipal para rebajar el alumbrado público. Para presionar un poco más.

—Pero no lo consiguieron

—No. Existe un proyecto de ordenanza de unos 700 folios redactado dentro de la Agenda Local 21, que incluye distintos consejos y recomendaciones de instituciones astronómicas internacionales; pero nada que se haya aprobado en un pleno.

—¿Hay algún municipio de Mallorca que la tenga?

—No, solo Canarias tiene una ley de protección del cielo, debido al observatorio internacional.

—¿Manacor es una ciudad contaminada lumínicamente?

—Así es. En realidad, todos los municipios de la isla, en mayor o menor medida lo están. Hasta en la Serra de Tramuntana existen muchos problemas de contaminación. Hay un exceso de luz mal utilizada. De todos modos, cerca del mar la fracción de cielo suele ser de mejor calidad.

—¿Cómo debería ser el alumbrado público para conseguir observar el cielo de forma óptima?

—Sobre todo, las luces deberían apuntar todas hacia el suelo. Sería lo más lógico. Tenga en cuenta que una farola redonda tipo globo, desperdicia entre un 50 y un 60% de la luz que produce, con el gasto que conlleva. Una normal entre un 30 y un 40%. Además, no tiene mucho sentido mantener las luces encendidas hasta las seis de la mañana. Cada una vale de media entre 5.000 y 6.000 euros. Siendo eficientes podríamos reducir también su número a la mitad. En España nos gastamos 450 millones de euros al año en alumbrado, el triple que en Alemania. Según la Universidad Complutense de Madrid, somos el país con más kilómetros lineales iluminados.

—¿Cuál es la farola ideal?

—La tipología ideal sería la que tuviera una caja cerrada, con un cristal plano y lo más baja posible. Por cada metro de altura, una farola necesita una bombilla cuatro veces más potente para producir la misma iluminación. Lamentablemente, prima más el diseño.

—¿Es más perjudicial la cálida o la fría?

—La blanca y, cuanto más azulada, aún peor para la observación.

—¿Cuántos socios tiene el Club Newton?

—En estos momentos somos 24 socios, con una cuota de 30 euros anuales. Pero cualquier persona que quiera probar cómo es esto de mirar por un telescopio, está invitada. Realizamos una observación cada mes en el observatorio de la torre des Falcons de Porto Cristo, y una conferencia cada dos en el centro de cultura del pueblo.

—¿Cuál sería un buen telescopio para empezar?

—Cuanto menos sofisticado mejor, uno que sea tipo Newton de diseño Dobson, de espejo reflector y de entre 15 y 25 centímetros de diámetro. Por unos 500 euros se pueden encontrar telescopios más que buenos.

—¿Qué se puede ver con uno de esos telescopios a estas alturas del año?

—Galaxias como la M31 de Andrómeda, nebulosas como el doble cúmulo de Perseo, la Luna, Júpiter, Marte, Venus...

—¿De qué color es el cielo?

—Depende. Las galaxias son en blanco y negro. No se pueden ver con el baño de colores de las fotografías de la NASA. Es por culpa del hidrógeno ionizado cuando entra en contacto con el oxígeno. Las fotos deben ser tomadas por objetivos muy potentes, con mucho tiempo de exposición y ondas de color.

—¿Cuántas galaxias se conocen?

—Entre 60.000 y 100.000 millones de galaxias, con entre 100.000 y 200.000 millones de estrellas en cada una.

—¿Plutón es finalmente un planeta?

—En teoría es un planeta enano. Hasta 2006 lo fue, pero se descubrieron planetoides más grandes que él. Entonces se planteó la dicotomía de, o aceptar unos 20 planetas más, o bajar de categoría a Plutón.

—Con tanto espacio por descubrir, ¿no cree en la vida extraterrestre?

—En los años 70 la propia NASA lanzó varios proyectos denominados SETI para la búsqueda de inteligencia extraterrestre. En todo este tiempo, todavía no se ha obtenido ningún resultado convincente. Creo que es posible que existan otras civilizaciones aparte de la nuestra, pero hasta que no las vea soy bastante escéptico. ¿Y si se han quedado en tiempos de los romanos? [Risas] Tendrían que haberse dado demasiadas carambolas evolutivas para que otro planeta hubiera seguido el mismo proceso, que es casi imposible.