El discurso de Rodrigo Picos Gayà (Palma, 1973) está lleno de datos precisos y afirmaciones categóricas. De una forma didáctica, este profesor de Física de la universidad explica desde un punto de vista científico los perjuicios y riesgos de las ondas electromagnéticas. Afirma que no hay estudios concluyentes sobre la peligrosidad de las antenas de móvil y asevera que los vecinos de las urbanizaciones llucmajoreres de Badia Gran y Badia Blava no han temer por esas radiaciones.

—¿Las antenas de telefonía móvil son el gran problema de las radiaciones?

—No, porque estas antenas emiten una radiación electromagnética de una cierta potencia. Esas ondas son exactamente del mismo tipo y de la misma frecuencia de las que emiten los teléfonos móviles. Se recibe mucha más radiación del teléfono que de la antena, porque está más cerca. Igual pasa con el bluetooth y con el wi-fi. Esos son los grandes problemas. En el casco urbano, lo menos preocupante es una antena de móvil. En las mediciones que hemos hecho, las que se reciben con más potencia son las de televisión que vienen de Alfàbia.

—¿La radiación solar es más dañina?

—Son frecuencias diferentes. El cuerpo humano reacciona de forma distinta a cada longitud de onda. Como bien es sabido, las del sol pueden provocar cáncer de piel y quemaduras.

—¿Cuáles suponen un mayor riesgo para las personas?

—Me resultan más preocupantes las de los microondas, que son muy cercanas a las del wi-fi o la del bluetooth. Esa es la frecuencia de resonancia del agua. Por eso se calientan los alimentos, porque afectan al agua que hay en ellos. Si tienen la manía de llevar el bluetooth siempre encendido o tener un manos libres en el coche, es muy mala idea. Es como llevar un microondas enchufado constantemente a la oreja. Yo no lo haría.

—Entonces, ¿qué efectos causan las longitudes de onda del móvil?

—Los únicos que se conocen son calentamiento local. De hecho, si alguien pasa mucho rato hablando por teléfono, nota un cierto calor provocado por taparse las orejas, por el calor que disipa el móvil y por la radiación que emite, que puede calentar entre 0,1 y 0,5 grados centígrados.

—¿Las paredes de un edificio protegen contra las ondas electromagnéticas?

—No. Solo sirven contra las del sonido. Si las paredes tuvieran algún tipo de metal dentro -por ejemplo, hormigón con varillas de hierro-, haría de pantalla y la radiación sería inferior.

—¿Usted colocaría una antena de telefonía encima de su casa?

—De hecho, al lado de la casa de mis suegros hay una antena de telefonía móvil y no tienen ningún problema. Yo preferiría vivir justo debajo de una antena, porque emiten haciendo un efecto paraguas y allí no se recibe ninguna radiación. Hay que tener en cuenta que las compañías de móvil ganan dinero dando servicio a los teléfonos, no irradiando a la gente que tienen debajo.

—Los vecinos de Badia Blava aseguran que oyen un zumbido proveniente de la antena.

—Eso es posible. Quizás lo que moleste a los vecinos no sea la antena de móvil en sí, sino el aire acondicionado que lleve o si tiene un generador propio de electricidad, lo cual no es habitual en las que están instaladas en los domicilios. Esas ondas no se oyen. En Badia Blava tiene otro aparato aún más curioso: el geolocalizador del aeropuerto. Es una gran estructura con muchas bolas blancas que está cerca de la carretera entre el Puigderrós y Badies. Cada bola es una antena que emite a una frecuencia. No sé su potencia, pero desde luego hay muchas más y tienen que llegar a aviones que están a 50 o 60 millas.

—El estudio Interphone de la OMS estableció una posible relación entre las ondas de móvil y cuatro tipos de cáncer.

—Esto hay que cogerlo con pinzas. Hay mucha gente que critica estos estudios, porque estadísticamente no son todo lo fiables que podrían llegar a ser, y porque separar los efectos de la telefonía móvil de los de otros estímulos es delicado. Habría que hacer un seguimiento cuidadoso del historial médico de cada persona y del ambiente en el que se mueven para distinguir si esos cánceres los causan las ondas de móvil u otra cosa.

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