­El ayuntamiento de Manacor ha mostrado su "gran preocupación" por el agujero económico que le supone el pago de más de 300.000 euros mensuales de media a la empresa Tirme (dependiente del Consell de Mallorca), solamente en concepto de incineración de las basuras orgánicas no separadas previamente. Lo que supondrá un desembolso de más de 2,9 millones cuando acabe el año, de los 6 destinados en los presupuestos por el gobierno de Antoni Pastor para todo el proceso de recogida y tratamiento de las basuras del municipio.

"Tenemos que intentar por todos los medios que los ciudadanos tomen conciencia de la situación, y de que el hecho de no reciclar repercute directamente a sus bolsillos", argumenta el concejal de Medio Ambiente, Bernat Amer (AIPC). Es por ello que desde el consistorio ya se está estudiando la salida a la calle de una campaña de información "efectiva" para que "la gente al menos conozca todo este gasto".

Desde la regiduría también se negocia para que dos agentes de la Policía Local, patrullen de paisano, alertando y sancionando a quienes incumplan con la ordenanza de limpieza vigente desde 2007. "Los ciudadanos tienen el deber de separar, aunque no queremos que las medidas sean recaudatorias, sino que sirvan para bajar la tendencia".

Durante los dos últimos meses, la situación no ha mejorado. En el mes de agosto, el gasto fue de más de 320.000 euros, mientras que en septiembre, pese a bajar, todavía alcanzó los 298.000. "Unas cifras imposibles de soportar económica y medioambientalmente hablando".

Cabe recordar que en julio de 1999, Tirme inauguraba en la carretera que va de Manacor a Sant Llorenç, una Estación de Transferencia que substituía al viejo vertedero del Puig de Santa Llúcia, ahora precintado y en proceso de eliminación de gases subterráneos. Desde allí, los residuos son transportados a la planta de incineración de Son Reus.

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