Cuatro de cada diez personas en situación de paro que han participado en el último año en el servicio de orientación municipal del ayuntamiento de Inca ha encontrado finalmente un trabajo. El programa, destinado a personas de entre 16 y 64 años que previamente son derivadas por el Soib, ha estado en funcionamiento desde noviembre del pasado año hasta ahora, y ha contado con la participación de 502 usuarios, de los cuales 191 han conseguido un contrato de trabajo.

El alcalde de Inca, Rafel Torres (PP), y la regidora de Formación y Ocupación, María Payeras, presentaron ayer el balance del programa, que ha contado con una inversión de 80.000 euros, de los que el Govern ha aportado un 75 por ciento y el ayuntamiento de Inca el resto de los fondos.

Torres aseguró que la intención del Ayuntamiento es la de garantizar su participación en todas las convocatorias de orientación laboral que se pongan en marcha, si bien el grueso de la financiación depende de fondos europeos cuya llegada no puede garantizarse t0davía. "Inca no va a recortar en temas de formación y ocupación, que supone uno de los dos grandes ejes de la gestión municipal junto a las políticas sociales", apuntó el primer edil.

Las acciones que se han desarrollado en el servicio de orientación laboral han sido variadas. Se han llevado a cabo sesiones individuales o en grupo de asesoramiento, además de enseñar a elaborar currículums, afrontar una entrevista de trabajo y organizar talleres para utilizar internet como herramienta en la búsqueda de un empleo.

De forma paralela, gran parte de los usuarios del servicio de orientación han participado en otras iniciativas del Soib como cursos de formación, programas de recalificación profesional y convocatorias para fomentar el desarrollo económico de los ayuntamientos.

De los 191 parados que finalmente han conseguido un empleo con un contrato temporal, un total de 178 trabajan en la actualidad en el sector servicios, lo que supone un 93 por ciento del total, mientras que once han sido contratados por empresas de la construcción (un 6 por ciento) y dos en el sector industrial (uno por ciento). La gran mayoría de participantes en el servicio, un 62 por ciento, son hombres, mientras que las mujeres suponen el 38%.