­Mediados de octubre y ayer en sa Ràpita aún se respiraba ambiente estival, con varias mujeres tomando el sol y charlando animosamente. El principal núcleo costero del municipio de Campos vive desde hace una década un considerable crecimiento demográfico y decenas de calles con su pertinente alumbrado siguen esperando su urbanización. Y en el horizonte hay varios proyectos controvertidos, destacando el de un macrohotel de 1.250 plazas junto al club náutico. Asimismo, se habla del paseo marítimo pintado desde años por parte del Gobierno central; las 550 plazas hoteleras y residenciales previstas por el Plan Territorial de Mallorca en la zona de sa Marina, y la reactivación o el borrón definitivo del golf de sa Vinyola.

El grupo de mujeres mencionado al principio respondió con rotundidad respecto al discutido hotel previsto en los alrededores del torrente de Son Durí: "Nos oponemos porque sa Ràpita tiene la particularidad de que vienes y es como hace 30 años, su encanto es la tranquilidad y el carácter de pueblo. Con el hotel los servicios no darán abasto".

La encuesta realizada ayer por DIARIO de MALLORCA constató que hay un ´empate técnico´ entre partidarios y detractores de la iniciativa que pretende desarrollar un grupo promotor formado por el arquitecto Damià Tomàs; el promotor Jaume Bibiloni; el también promotor Enrique Hernandis (que impulsó el reconocido Hotel Bahía del Duque de Tenerife), y la cadena Blau Hotels.

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