Los políticos llevan años diciendo que el modelo turístico de sol y playa se debe cambiar porque no es rentable. Buscan soluciones para atraer a turistas de alto poder adquisitivo y para conseguir lo que de forma grandilocuente se ha dado en llamar la desestacionalización. En Pollença hay una empresa familiar que lleva 42 años aplicando una fórmula que consigue atraer a este municipio un gran número de turistas de alto poder adquisitivo. Vende la bahía de Pollença como el mejor destino de Europa para navegar. Con ello consigue que cada año 1.600 alemanes acudan al municipio del norte de Mallorca para aprender vela y que otros 2.000 les alquilen embarcaciones para hacer turismo por las costas mallorquinas.

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