El nuevo centro de salud de la barriada de So na Monda de Inca entrará en funcionamiento a finales de octubre, según anunció ayer la consellera de Salud, Familia y Bienestar Social, Carmen Castro, durante el transcurso de la visita institucional que realizó al hospital comarcal de Inca. El equipamiento, cuyas obras finalizaron a principios de año, ofrecerá servicios de medicina especializada y de atención primaria, además de servicios de salud mental y de inspección de Consumo, según avanzó Castro.

En consecuencia, la apertura del centro de So na Monda hará innecesaria la reforma del antiguo ambulatorio de Inca. Tanto Castro como el alcalde de Inca, Rafel Torres (PP), descartaron ayer que el viejo edificio sanitario pueda ser rehabilitado para descentralizar los servicios del hospital, tal y como estaba proyectado en la pasada legislatura. El nuevo ejecutivo considera que el inmueble del antiguo ambulatorio es "irrecuperable", y que la entrada en funcionamiento del equipamiento de So na Monda absorberá los diferentes servicios médicos que, en un principio, querían instalarse en el viejo centro sanitario.

Por otra parte, la consellera Castro negó que la intención del Govern sea la de cerrar los Puntos de Atención Continuada (PAC) en horario nocturno para que las urgencias se deriven a los hospitales comarcales. "De momento, todo sigue como está", apuntó. De esta forma, la consellera desmintió las informaciones que apuntan al posible cierre de los servicios de urgencias por las noches en los municipios que cuentan con PAC, un tema que preocupa a los ayuntamientos y a los usuarios y que figura en el plan de saneamiento del Govern.

En otro orden, la consellera explicó también que "en breve" se firmarán convenios con los tres consells insulares para afrontar la deuda que mantiene el Govern en cuestiones sanitarias.

Un grupo de representantes sindicales de STEI-i, CCOO y UGT se concentraron ayer por la maña en la entrada principal del hospital de Inca para transmitir a la consellera Carmen Castro sus protestas por los recortes aplicados por el ejecutivo autonómico y la supresión de los delegados sindicales, una medida "absolutista y despótica", según estas organizaciones, que entregaron un manifiesto a la consellera.