Fue una de esas promesas políticas que se hacen a viva voz, pero que al final caen en saco roto. La urbanización de Badia Gran tenía que acoger un nuevo centro de día. En esa época, el Govern de Jaume Matas planificó la construcción de una quincena de estas instalaciones para atender a la tercera edad. Y, en el caso de Llucmajor, el proyecto nunca llegó a completarse.

La idea surgió en el año 2004. Por aquel entonces, el proyecto preliminar lo redactó el arquitecto municipal Pedro Alcaraz y sirvió para tramitar una subvención de del Govern balear de 330.000 euros.

El Ejecutivo de Matas concedió una ayuda un 10 por ciento inferior (300.000 euros), por lo que finalmente se podría construir el centro.

El Ayuntamiento de Llucmajor y la Conselleria de Presidencia, entonces bajo la batuta de Rosa Puig, anunciaron la firma del convenio que posibilitaría una instalación de 30 plazas, con servicio de acogida, terapia y rehabilitación.

Este tipo de equipamientos sociosanitarios sirven para asistir a la gente mayor que no puede valerse por sí misma, por culpa de alguna enfermedad o limitación, por lo que resultaba muy interesante para la zona de las urbanizaciones llucmajoreres.

Fue en 2006 cuando el proyecto cogió impulso. Tal y como informó entonces Diario de Mallorca, el centro de día se convirtió en una prioridad para el equipo de gobierno municipal. De hecho, representaba la inversión económica más importante de los presupuestos municipales en el capítulo de mejoras.

Para aquellas fechas, otro de los arquitectos municipales, Melcior Miralles, rehizo el proyecto, que fue licitado en concurso abierto por 698.891,8 euros. Finalmente, la adjudicación del contrato fue por valor de 629.002,62 euros, por lo que el Ayuntamiento tenía que invertir unos 329.000 euros.

Con todo listo para comenzar las obras, el consistorio llucmajorer optó finalmente por no edificar el centro de día. Alegó falta de disponibilidad monetaria a principios de la pasada legislatura. De esa forma que el Ayuntamiento tuvo que devolver la ayuda recibida del Govern balear.

Este diario ha podido comprobar que hay numerosos vecinos de la urbanización de Badia Gran que no conocen esta decisión y aún protestan por el retraso en la construcción de la instalación prometida. El proyecto nunca se reemprendió.

Solo hay una alternativa

Actualmente el centro de día de Can Clar, en Llucmajor vila, es el único del municipio. Está situado en la calle de les Monges y fue acabado de construir en febrero de 2007, también en la época de Tomàs. Es gestionado por una fundación que depende del Govern. Tiene 45 plazas, al ser un centro comarcal, no atiende únicamente a las necesidades de los 4.600 mayores de 65 años de su municipio, sino también a las de los pueblos vecinos.

En la última década, la edad media de Llucmajor ha pasado de los 38,27 años de 2002 a los 39,03 años de 2010, lo que supone un incremento sostenido y significativo. En cuanto a instalaciones para la tercera edad, además del centro de día de Can Clar, el pueblo cuenta con dos residencias: una pública en Llucmajor vila y otra privada en s´Arenal.