­Una medida poco oportuna que no ayuda en nada a la convivencia entre culturas y que puede contribuir a aumentar la islamofobia. Así ven los colectivos de musulmanes de Balears la ordenanza que aprobará el ayuntamiento de sa Pobla el próximo lunes, que prohíbe el uso de velo integral en espacios de uso público.

En el ámbito político, el PP balear respalda la iniciativa municipal por considerar que refuerza la seguridad ciudana, mientras que el PSOE sostiene que es una prenda que va "en contra de la dignidad de la mujer", al tiempo que cree necesaria una regulación estatal sobre esta cuestión a fin de uniformizar el criterio a seguir. Colectivos como el Lobby de Dones aplauden la ordenanza y creen que "sa Pobla ha abierto el camino" a seguir.

No compartía ayer esa opinión el presidente de la Asociación de Inmigrantes Marroquíes en Balears (Al Maghreb), Mustafá Boulharrak. "Yo le pido al alcalde de sa Pobla que retrase la aprobación de la medida y abra un proceso de diálogo. En estos casos hay que ir con prudencia. Si hay que legislar, que sea en último extremo. Primero habría que hacer una labor de investigación social y ver cuántas mujeres utilizan el burka y en qué condiciones lo hacen", argumentó.

"Puede alentar más al distanciamiento que al acercamiento entre culturas, además de crear alarma contra la inmigración y los musulmanes", agregó Boulharrak, quien remarcó la escasa idoneidad de la ordenanza en un momento en que se viven tensiones sociales como las que han estallado estos días en la barriada palmesana de Son Gotleu.

Los testimonios consultados en el mundo de las entidades de musulmanes coincidieron en señalar que la presencia en la isla de mujeres que utilizan el velo integral es prácticamente nula y que, por tanto, no ven la necesidad de regularlo, porque, dicen, no es un conflicto latente. "Esta prohibición crispa y crea separación entre colectivos. Esta polémica es innecesaria, porque ni siquiera es un problema real. Lo único que va a hacer es calentar el ambiente. Yo no he visto en Mallorca ninguna mujer con velo integral", argumentó el presidente de la Lliga Islàmica, Francisco Javier Jiménez. Él no ve claro el argumento que ha dado el Consistorio pobler de que se trata de una medida en pro de la seguridad ciudadana, para evitar que haya personas con el rostro escondido en edificios y espacios de uso público, motivo por el cual la norma hace referencia también a individuos que lleven pasamontañas o un casco de moto.

"Si quieres identificar a una persona que va a un lugar público, hay otras maneras de hacerlo. No es necesario obligarle a cambiar su forma de vestir. También hay fiestas, como las de Sant Antoni, en que hay mucha gente con máscaras, con el rostro tapado, y eso no le crea inseguridad a nadie", argumentó el presidente de la Lliga Islàmica.

"Si es verdad que estamos en democracia, cada mujer debería tener derecho a vestirse como quiera. Con minifalda, con pantalón corto, con velo normal, toda tapada... ¿Por qué cuando se trata de la mujer musulmana no vale este estado de libertades?", razonó el presidente de la Unió de Marroquins, Youssef Jouihri, quien añadió que no existe ninguna regulación estatal sobre la utilización de estas vestimentas. "Si la hubiera, eso ya sería otra cosa", apostilló.

Esta línea argumental no convence al Lobby de Dones de Mallorca, que sostuvo que la prohibición "ayuda a evitar más rechazo y racismo, y facilita la integración". En opinión de este colectivo, "la evolución hacia la libertad de las mujeres de origen árabe lleva aparejada la retirada de vestimentas represivas". Tampoco compartió el argumento de que, al haber pocos casos, no hace falta regular esta realidad. "Ahora es el momento de marcar las normas", defendió.

Reacciones políticas

En el ámbito político balear, los partidos mayoritarios, Partido Popular y PSOE, difirieron en el planteamiento de sus argumentos a la hora de opinar sobre la medida prevista por el ayuntamiento de sa Pobla.

El secretario general del PP balear, Miquel Ramis, aseguró que el debate debería centrarse en la mejora de la seguridad ciudadana. "Se trata de que si una persona entra en un lugar público y lleva puesto un pasamontañas, un casco de moto o un velo integral, eso genera una situación de incertidumbre. Está claro que respetamos las libertades individuales, pero los otros también tienen derecho a sentirse seguros en estos espacios públicos", arguyó Ramis. El dirigente popular negó que la prohibición tenga "ningún tipo de connotación religiosa ni xenófoba". En la misma línea se expresó la directora general de Cooperación e Inmigración, Antònia Maria Estarellas.

La secretaria de igualdad de la Ejecutiva del PSIB, Silvia Cano, declaró que el velo es un asunto "complejo" que debe de ser objeto de una "reflexión" a nivel estatal. Dicho esto, dejó claro que la formación socialista considera que el burka es una "vestimenta discriminatoria que va en contra de la dignidad de la mujer y de nuestros valores democráticos". "Es una prenda de sumisión", remarcó. También alertó del riesgo de crear debates incendiarios.

en un momento en que se han vivido escenas de tensión social.