Sobre las cinco de la tarde del miércoles, Aina Maria Andreu Ferrer, de 16 años y residente en Campos, paseaba y escuchó un ruido de un animal procedente del interior de un contenedor cerca de la Avinguda Nicolau Oliver Fullana. Abrió la tapa y se encontró, aparte de residuos, con una camada de doce perros dentro de un saco. Todos, de menos de 48 horas de vida, salvajemente asesinados (fracturas en las cabezas y golpes en distintas partes del cuerpo). Sin embargo, resistía en muy delicado estado una cachorra. Aina Maria se mostró muy sensible y reaccionó. Acudió a la clínica veterinaria, adquirió leche en polvo y un biberón y contactó con la Associació del Migjorn per a la Protecció dels Animals Ben Tractats, en activo desde 2004 y presidida por Margalida Ferrari.

Aina Mª Andreu enseguida tuvo el deseo de apropiarse de la pequeña perra, que cuidó varias horas alimentándola con el biberón y mimándola. No obstante, su padre no era partidario de que la cachorra quedara en casa y ella accedió. En consecuencia, Animalandia (tienda y punto de acogida de animales) pasó a custodiarla. Hasta que en la mañana de ayer Xisca García acudió al establecimiento de Animalandia y a la primera observación de la cachorra decidió llevársela a su vivienda, donde ya tiene otras dos perras.

Consultada en la tarde de ayer por este periódico, García reconoció: "Me enamoré al primer intente de esta cachorra y estoy súper orgullosa. Me encanta. Es condenable la brutalidad de este tipo de matanzas, sean con golpes, tiros o colgarlos. En este caso, por ser una perra con suerte, si finalmente consigue sobrevivir se llamará, sin duda alguna, Sort".

Rechazo unánime

La heroína de esta historia, Aina Maria Andreu Ferrer, también rechazó las acciones violentas que atentan contra los derechos de los animales: "Este tipo de acciones salvajes están muy mal, si no quieren los animales pues que ya no los tengan, pero se pueden dar en adopción o hay otras medidas legales para deshacerse de ellos".

Varios expertos no confirmaron la raza de la camada arrojada al contenedor, si bien apuntaron a setter-braco, perros de caza, blancos con manchas beis.

Por su parte, Margalida Ferrari, de Ben Tractats, resaltó la "humanidad", el "civismo" y "valor" de la chica de 16 años que rescató la cachorra. La asociación de inmediato contactó con autoridades del Ayuntamiento y la Policía Local, denunciando la "brutal y salvaje matanza" que, constituía flagrante "delito sanitario". Por ello, quiere que se descubra al autor y se le aplique "lo que dictan normas, leyes y pertinentes sanciones".

Ben Tractats recomienda castraciones de animales, recuerda que hay residencias-puntos de acogida, posibilidad de adopciones y diversas vías de actuación "regladas" y "legales". Ferrari destacó que los jóvenes son cada vez más sensibles hacia la protección de los animales: "Este mundo no puede consentir las barbaries, y hay que saber reaccionar".