El proyecto de tren entre Manacor y Artà entra en una vía sin retorno. Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) acordará este mes la suspensión de las obras por la falta de financiación estatal, según subrayó ayer el gerente de la empresa pública, José Ramón Orta, recién llegado al cargo. La paralización será "temporal", es decir, "no significa que se pare definitivamente", agregó Orta, quien no aclaró cuándo podrían retomarse los trabajos de construcción.

Para darle un barniz legal a la medida, el Govern se acogerá a un mecanismo que contempla la Ley de Contratos y que le permite negociar con los contratistas una suspensión temporal. La normativa, explicó Orta, permite que esta paralización pueda durar hasta un año, pero si existe acuerdo con las empresas se puede prolongar durante más tiempo.

En todo caso, si en un futuro se quiere retomar la obra, la clave será conseguir dinero. "Estas inversiones sólo pueden hacerse con financiación estatal o europea", declaró el gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca, quien informó de que en una reunión reciente la ministra de Economía, Elena Salgado, le dejó claro al president José Ramón Bauzá que, con la crisis actual, las inversiones ferroviarias deberían esperar a tiempos mejores.

Orta exhibió un arsenal de datos para corroborar el "desfase económico" del proyecto ferroviario. La principal cifra, la siguiente: el Ejecutivo central, dijo, únicamente ha entregado 57,5 de los 443 millones de euros que estaban contemplados en el convenio ferroviario que firmaron en octubre de 2008 el entonces president, Francesc Antich, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

Según la información facilitada por la conselleria de Movilidad, Madrid entregó en 2008 tres millones; en 2009, 25; en 2010, 15; y en 2011, 14,5. En total, únicamente 57,5 millones. "A pesar de ello, se licitaron obras por valor de 200 millones, de los cuales 91 millones corresponden a la línea Manacor-Artà", apuntó. Orta tuvo palabras especialmente críticas para la compra de seis unidades de tren Vossloh. Una operación que costó 24 millones y que el gerente comparó con la "compra de unos muebles carísimos para una casa que no está construida".

Tras considerar "positiva la recuperación del tren", Orta defendió también la necesidad de una "reflexión" sobre su viabilidad económica y, así, mencionó que un servicio de bus entre Manacor y Artà tiene un coste anual cinco veces inferior al de la conexión ferroviaria (tres millones frente a 683.000 euros). El responsable de SFM no entró a valorar con concreción de qué manera se verán afectados otros proyectos ferroviarios en la isla que también estaban contenidos en el convenio firmado con Madrid, como los trabajos de electrificación de las vías, la supresión de los pasos a nivel o la ampliación de talleres.

Críticas del PSM y del PSOE

Tras estas declaraciones, la coalición PSM-IV-ExM censuró la "irresponsabilidad" del Govern al parar las obras del tren, al tiempo que reprochó al president Bauzá su "falta de voluntad" para sacar adelante la infraestructura. La coalición sostuvo que el Ejecutivo autonómico no puede renunciar a las inversiones de Madrid "que tanto han costado". Y argumentó que, si se confirma que la ministra Salgado dijo a Bauzá que el dinero pendiente del convenio no llegaría, el Govern debería presentar un pleito contra el Ejecutivo central por el incumplimiento del acuerdo. Por su parte, el diputado del PSIB-PSOE Cosme Bonet lamentó la "falta de ambición" de Bauzá para continuar reclamando los fondos estatales. "El Govern o no tiene capacidad de gestión o no cree en el transporte público", declaró Bonet, quien remarcó los centenares de puestos de trabajo que se perderán.