­El partido local Convergencia democràtica Murera (CDM) ostentará la alcaldía del municipio los próximos cuatro años, de la mano de Martí Fornés, gracias al pacto suscrito con las formaciones del PP y la Lliga.

En un abarrotado salón de plenos quedó conformado el nuevo consistorio murer que volverá a presidir Fornés, después de dos años en el cargo, y que deja en la oposición a CxI, PSOE y Entesa. La decisión del candidato Miquel Porquer (Lliga) de unirse a Fornés y populares fue clave para formar el nuevo tripartito. Asistió al pleno el fundador de la Lliga, Jaume Font.

Rafel Gelabert (CxI) se mostró muy crítico con el pacto y acusó a Fornés de un talante "déspota y poco democrático" al evitar entablar conversaciones "con quienes han sido sus socios de gobierno esta última legislatura y le otorgaron la alcaldía" y cerrar un pacto con el PP y la Lliga, a la que calificó como una "una escisión del PP, que nos vendían ser un partido diferente y en solo 48 horas ya había pactado con ellos". CxI, antes UM, ha gobernado estos últimos años el municipio junto a CDM y PP.

Por su parte el alcalde Fornés no estuvo de acuerdo con Gelabert argumentado que el pacto suscrito con PP y la Lliga no es fruto de un día sino de llevar más de dos legislaturas gobernando con los populares y, en consecuencia, "con personas allegadas al PP como es Miquel Porquer". Fornés concluyó asegurando que "si en esta ocasión hemos optado por este pacto es porque lo consideramos el más interesante para el pueblo".

Todos los partidos coincidieron en agradecer el apoyo de los ciudadanos y ofrecer su ayuda al resto de formaciones políticas durante la legislatura que comienza.