La fiesta del Diumenge de l'Àngel en Alaró tuvo este año una carga emotiva especial por la presencia de tres personas muy importantes para lo que ha sido el Castell de Alaró durante el pasado siglo XX: el párroco durante 32 años Sebastià Jaume y el matrimonio de donats formado por Biel Ferrer y Maria Fiol. Curiosamente, su relación con el castillo empieza el mismo año, en 1957, cuando el cura llegó a la parroquia como vicario y los donats comenzaron su etapa de 19 años de trabajo en la hospedería.

Los tres invitados de honor a la fiesta subieron al castillo gracias al empeño del grupo de Voluntaris del Castell que se han hecho cargo del alquiler de un helicóptero para realizar este trayecto. A la diez de la mañana subían al aparato emocionados los tres pasajeros dispuestos a volver a disfrutar de una jornada en el Castell después de muchos años. Al aterrizar en la emblemática montaña la emoción se multiplicó.

A las doce de la mañana comenzó la misa frente al oratorio con la participación del rector Josep Noguera y del propio Sebastià Jaume, que quiso agradecer a todos los presentes el momento que estaba viviendo. También hablaron Biel, Maria y uno de sus hijos, que también dio las gracias a los Voluntaris por haber logrado algo que parecía imposible, que sus padres volvieran a pisar el castillo.