Más de 130 personas fueron las artífices de que un año más el Davallament de Felanitx fuera el acto de Semana Santa más seguido en la comarca. Varios miles de personas se congregaron en la plaza de Santa Margalida para ver en directo la escenificación de la Pasión de Jesucristo, una escenificación que lleva representándose 37 años y que cada año incorpora nuevos detalles.

Este año la dirección ha incorporado nuevos elementos a las 12 escenas que se representan. La entrada triunfal en Jerusalén, el indulto a Barrabás y la muerte de los dos ladrones son detalles que se han añadido en esta edición, además de cuidar intensamente los detalles escenográficos.

En Sant Joan los actos del Viernes Santo fueron igualmente seguidos por una multitud. Fue una edición especial y emotiva, con recuerdos para todos aquellos que en su día sumaron en esta representación. En esta ocasión, Amics des Davallament recuperó participantes que a lo largo de estas dos décadas lo representaron y que quisieron vivir esta celebración desde dentro. Así, más de 150 personas hicieron posible que el santuario de Consolació se transformara en el Calvario, donde se representó la Pasión de Cristo. No faltaron las alusiones a la corrupción ni a la pérdida de valores de la sociedad contemporánea. "No robarás, sobre todo si es dinero público". "El gran imperio del reino del dinero tiene sus propias leyes y, amparándose en ellas, condena a todo el mundo", fueron algunas.

En Inca la representación del Davallament se celebró en la plaza de Santa Maria la Major. Este acto del Viernes Santo se ha convertido en pocos años en uno de los más multitudinarios de todos cuantos se celebran en la ciudad. Tanto es así que antes se hacía en el interior de la parroquia y se tuvo que trasladar al exterior puesto que la gente no cabía. El pasado viernes se congregaron casi 3.000 personas para ver cómo los cofrades del Santo Entierro procedían a desclavar a Cristo y portarlo en procesión a la sepultura.

En Porreres se repitió la aglomeración de gente, al igual que en muchos otros pueblos. La escena se llevó a cabo ante la parroquia y posteriormente trascurrió la procesión del Santo Entierro hasta la antigua iglesia del Hospitalet, la primera que tuvo el pueblo.

Pollença vivió su más conocida ceremonia de la Semana Santa con la devoción acostumbrada y con el marco inigualable que otorga el Calvari. Tras proceder al Davallament, la procesión silenciosa transcurrió por la escalinata que desciende del mencionado montículo hasta el pueblo. Cabe destacar que dicha escalera cuenta con 365 escalones, tantos como días tiene el año.

Lloseta contó también con su escenificación frente a la fachada principal del templo parroquial, las escalinatas y la plaza de España. Tras el sermón a cargo del párroco, Jesús Cózar, miembros de la cofradía de Jesús Obrer procedieron a bajar de la cruz el cuerpo del Cristo, que fue presentado ante la Virgen y depositado en el paso que iba a participar en la procesión. Ésta se inició a continuación por las calles de la localidad con un itinerario distinto al del Jueves Santo.

Otros muchos pueblos tuvieron sus representaciones y algunos, como Alcúdia, sólo procesión.