"Los topónimos son los documentos de identidad de la tierra. Un pueblo que los deja perder está condenado a la oscuridad, a la sumisión y a la esclavitud. Las autoridades tendrían que ser conscientes de esto y no deberían permitir los atentados que a menudo hacen los elementos irresponsables de la sociedad al patrimonio onomástico. Tendría que estar prohibida la sustitución de nombres de lugar patrimoniales y tendría que ser una meta la restauración de los nombres que han surgido como producto de la ignorancia y del progreso postizo". Fiel a su estilo, lúcido y culto. Así se expresa Cosme Aguiló (Santanyí, 1950), que hoy presentará su nuevo libro La toponímia de la costa d´Artà (editorial Documenta Balear, colección Arbre de Mar). Será en el teatro de Artà, na Batlessa, a las 21 horas. Ejercerá de presentador Climent Picornell, doctor en geografía.

La nueva publicación reporta 304 lugares con nombre propio, si bien para tales sitios se han recogido 466 topónimos porque hay mucha variación. "Un mismo punto de la costa puede ser conocido de cuatro, cinco o más maneras diferentes". Las joyas lingüísticas de la costa de Artà tienen "mucho interés" pero la mayoría "ya eran conocidas". "He dejado trabajo para los que vienen detrás, porque algún topónimo ha sido más cabezota que yo mismo y no ha querido aflojar del todo su hermetismo". Auténticas perlas: sa Cuguça, una palabra del catalán medieval única en la toponimia baleárica y puede de todo el dominio lingüístico, que aquí significa banya por la forma de la punta que describe; na Picarandau, que se resiste a una interpretación diáfana; es Galleric, que podría ser un nombre de pájaro; y nombres que contienen arabismos como el Cap de Ferrutx, es Matzoc, les Puntes de na Brafi.

La edición de La toponímia de la costa d´Artà ha sido posible gracias a la iniciativa del ayuntamiento de Artà, con el apoyo del Consell, Institut d´Estudis Baleàrics y el Parc de la Península de Llevant. Aguiló empezó el trabajo de campo hace tres años. 32 excursiones a pie por la costa y tres en barca. Ha sido necesario recorrer más de seis mil kilómetros en coche. "Una ardua tarea pero siempre enriquecedora y apasionante". "Es una conquista pacífica del espacio, con las armas del amor hacia las palabras".

Aguiló ha contado con medio centenar de informadores de edades muy diversas. El más joven era nacido en 1977. El más viejo, en 1916. La mayoría, de entre 1930 y 1949. "Artà es un pueblo extraordinario en muchos sentidos" y en cuestiones de lengua "puede dar muchas sorpresas". Una curiosidad es que abunde el uso de banyera como lugar para bañarse en el litoral. "Lo que me haría inmensamente feliz es ver que los jóvenes se hacen suyo lo que es de todos", reconoce el autor santanyiner, que lamenta la muerte, en 2010, de mossèn Antoni Gili, "colaborador entusiasta de la obra, junto con Jaume Cabrer".

Una trayectoria reconocida

Apasionado de la arqueología, la llengua catalana, la toponimia, las anécdotas... Ha publicado múltiples libros y artículos y su trayectoria es cada vez más reconocida. Su próxima obra que verá la luz será magna: el Atles ornitonímic de les illes Balears, en colaboración con Toni Mestre.