Assistiu a lo elogi / del sant que hem de celebrar / i ara per acabar / diguem visca Sant Antoni. Artà vivió ayer una impresionante jornada cien por cien santantoniera. Camisas blancas y pañuelos rojos crearon una estampa festiva que sin problema barrió la densa niebla matinal. Este año la Casa des Trull (donde la Obreria merienda de chocolate y ensaimada con las autoridades) fue la casa del obrer Miquel Cursach. Mucha gente recordó con emoción al que fue durante años el capellán de la Obreria, el historiador e investigador mossèn Toni Gili, fallecido a finales del pasado año. Su sustituto fue Joan Servera Terrassa, vicario episcopal de asuntos económicos. El recorrido urbano, las Completes y los foguerons atrajeron a miles de entusiastas santantoniers. Un año más, uno de los puntos con más sentimiento fue la residencia de mayores. El dispositivo especial impulsado por el Ayuntamiento, la Policía Local, la Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil contribuyó a garantizar la seguridad durante un largo día de jolgorio generalizado.