El nuevo puente elevado que cruza la línea ferroviaria Palma-Inca cerca del oratorio del Cocó de Lloseta entrará en funcionamiento a finales de este año, siempre que la compañía Gesa Endesa desvíe una línea eléctrica en este plazo de tiempo. La obras fueron visitadas ayer por la mañana por el conseller de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens, y otros cargos del Govern.

Cuando se pueda circular por el nuevo cruce se procederá a la destrucción del antiguo puente que cruzaba las vías del tren. Su baja altura impedía la instalación de la catenaria para la electrificación del tren, motivo que ha obligado a esta nueva actuación.

Se ha aprovechado la construcción del nuevo puente para suprimir dos pasos a nivel. Todo el tráfico por la carretera MA-2111 procedente de Palma por el Foro de Mallorca desembocará, tras el paso elevado, en una extensa rotonda de dos carriles.