La electrificación de las líneas férreas de Inca a Manacor y a sa Pobla supone un total de 120 expropiados. Así lo anunció ayer la compañía pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) que ha puesto las listas y el proyecto de construcción en exposición pública.

Dentro de unos días los Ayuntamientos de los municipios correspondientes expondrán las listas de propietarios afectados por las obras. Quienes lo deseen podrán formular las alegaciones pertinentes durante 30 días. Fuentes de la empresa del tren apuntan que el período finalizará a mediados del mes de octubre. Diferentes concejales de urbanismo de algunos municipios afectos manifestaron ayer que aún no se había recibido las listas pero que "es algo normal ya que suelen llegar un día o dos después del primer anuncio", afirmó el alcalde de sa Pobla, Joan Comes.

En son Rullan (Palma) se puede consultar el proyecto de construcción y el estudio de impacto ambiental.

Cerramientos de fincas

Las obras se centran en la electrificación de los dos corredores que parten desde la estación inquense de s´Enllaç, que en la ciudad se conoce con el nombre coloquial de s´Empalme. Los terrenos a expropiar son los limítrofes con el corredor ferroviario. Fuentes de SFM señalan que "muchos de ellos son fincas cuyo cerramiento se colocó excesivamente apurado con las vías. Por ello en algunos tramos se trata de poco terreno de ancho y en otros, algunos metros", sostienen.

La línea de Manacor afectará a 20 propietarios. Se trata de fincas grandes. La línea de sa Pobla afecta a 100 propietarios ya que son terrenos más pequeños. Lo que ocupará más espacio son las seis subestaciones eléctricas necesarias. Se levantará una en Inca, junto a s´Enllaç, que será común para el corredor de sa Pobla y para el de Manacor. Las cinco restantes se construirán en los municipios de Llubí, sa Pobla, Petra, Sineu y Manacor.

SFM agrega que algunas de las expropiaciones son en realidad ocupaciones temporales de terrenos. Serán necesarios para acopio de material y una vez finalizadas las obras se devolverán a los propietarios que serán indemnizados.

El conseller de Movilidad, Gabriel Vicens sostiene que "se trata de una obra necesaria para incrementar la calidad del transporte ferroviario". En diferentes ocasiones ha explicado que redundará en la comodidad de los viajeros y que el tren eléctrico es menos contaminante que los actuales convoyes.